Es difícil imaginarse que las vacaciones pueden llegar a ser un motivo de estrés. Sin embargo, muchas veces ocurre que planificar unas vacaciones, con todo lo que ello implica, es agobiante para la mayoría de la gente.
Por esto, a continuación, te daremos tres consejos para que los presupuestos, las decisiones antes del viaje o las “decepciones” con los destinos escogidos, sean mucho más llevaderas. Así que toma nota de la siguiente lista de sugerencias:
No te satures de planes
Tus vacaciones no deben convertirse en el momento en donde todos nuestros planes deseados deben cumplirse sí o sí. No hay que tratar de hacer más cosas de las normales, saturarnos de actividades y que ello acabe convirtiéndose en otra fuente de estrés. Las vacaciones deben servir para descansar y desconectar. Es clave cambiar la obligación del “tengo que” a la apetencia del “me gustaría hacer”.
Aceptar que pueden surgir imprevistos
Igualmente, otro consejo importante es ser capaz de asumir que en vacaciones también existen momentos donde no todo es de nuestro agrado o donde no todo sale tal cual lo hemos planificado como: condiciones meteorológicas no deseables, cambio de planes, enfermedades inesperadas, estados anímicos diferentes, entre otros. Esto es esencial para evitar la frustración.
No programes cada día como si se tratara de un maratón
Ciertamente, la planificación es necesaria en vacaciones, pero no la planificación estricta del ocio. Esto nos puede generar ansiedad y angustia y así conseguiremos el efecto contrario a la relajación.
Así que, si te vas de vacaciones este verano, recuerda poner en práctica estos simples consejos para que puedas disfrutar tus días libres a plenitud y no te agobies con situaciones que no puedes cambiar.
Por Soraya Andreina Pérez Mohammed