(SF) – Como todos nuestros lectores recordarán, el párroco de Lemona, Mikel Azpeitia, justificaba hace un par de semanas los atentados de ETA. Precisamente por esa cercanía a los verdugos y su distancia de las víctimas era apartado hace días como párroco de la localidad. Azpeitia es uno de los protagonistas que aparece en el documental de Iñaki Arteta ‘Bajo el silencio’, en el que se analiza el impacto del terrorismo en la sociedad vasca.
Pues bien, las reacciones y respaldo no se han hecho esperar y tres colectivos de religiosos afines a la izquierda abertzale han mostrado su apoyo a Azpeitia.
Concretamente han sido las Comunidades Cristianas Populares, la Coordinadora de Sacerdotes de Euskal Herria y Herria 2000 Eliza quienes han hecho público un comunicado en el que se afirma que Azpeitia “no ha hecho más que manifestar lo que un amplio sector de la sociedad vasca, también cristiano», mantiene «sobre la reciente historia de Euskal Herria». Una forma de aludir al terrorismo de ETA: «Que fue un nuevo episodio de levantamiento ante la falta de reconocimiento de sus derechos fundamentales, el cual, como en anteriores episodios, ha tenido su vertiente violenta».
Los colectivos expresan su «fraternal solidaridad al sacerdote represaliado», cargan contra «los obispos de Bilbao» y subrayan que las declaraciones de la diócesis para justificar la suspensión de funciones de Azpeitia tienen un objetivo: «No podemos menos que encuadrar el eco de estas manifestaciones en el intento de imponer un relato único lleno de intereses».
Además, los tres grupos van más allá y critican la postura de Iceta y Segura. «Recordamos a los obispos de Bilbao que no basta con declarar que han ‘condenado sin matices toda forma de terrorismo y violencia’ porque es más cierto que en muchas ocasiones hemos sufrido su silencio cómplice ante nuestra denuncia de hechos flagrantes de violencia, tortura y violencia policial, y que lamentamos su silencio clamoroso ante el dolor de los familiares de presas y presos políticos vascos», afirma el texto.