(dpa) – Muchos aficionados al deporte suelen dejar de correr si les duele la rodilla o alguna otra parte del cuerpo. Pero esa puede ser la reacción equivocada, afirma el médico deportivo Matthias Marquardt en la revista «Brigitte». Muchas veces son las sobrecargas crónicas las que generan los dolores. Y éstas no se curan sin hacer nada.
En vez de eso, el experto recomienda seguir corriendo, pero reducir la carga y modificar la técnica. Lógicamente esto no vale en el caso de lesiones como desgarros, esguinces o fracturas.
Pero en casi todos los demás dolores al correr los problemas se pueden resolver, entre otras cosas, con plantillas, entrenamiento adicional de algunos músculos o modificación del estilo.
Quienes pisen más con la punta de los pies raramente tendrán problemas con las rodillas y quienes usen más los talones cuidan su tendón de Aquiles.
La causa más habitual de que de repente se sufra dolor al correr suele ser un entrenamiento excesivo: se corre demasiado rápido, mucho o sin pausas.
Por eso, Marquardt recomienda la moderación. En concreto, considera que primero hay que aumentar las distancias, no la velocidad, y también eso sólo un máximo de diez por ciento de semana a semana.
Foto: Bodo Marks/dpa-tmn