(dpa) – Algunas personas sonríen cuando ven un perro abrigado por la calle, pero un abrigo canino tiene una funcionalidad comprobada para aquellas razas de pelo corto o sin pelo, y la Federación alemana de industrias de productos para mascotas (IVH) explica cuál es el momento adecuado para llevarlo puesto.
Un animal que no tiene frío en invierno y se mueve al aire libre de la misma manera que lo hace en verano, por supuesto, no debería llevar un abrigo.
Pero son los animales más delgados, mayores y enfermos, así como los más pequeños, los que tienden a acusar más los efectos del frío. Y un abrigo para perros ayuda a mantenerlos calientes.
Uso de los abrigos según la situación
El uso adecuado del abrigo depende de la situación: Si el perro se entusiasma cuando ve a otros perros y no para de correr, hay que quitárselo. Cuando el animal descansa, hay que volvéreselo a poner.
El uso de un abrigo también es útil cuando los perros participan activamente en deportes caninos. El abrigo se pone durante las pausas del entrenamiento para que los músculos calentados no se enfríen rápidamente.
El tamaño del abrigo también debe adaptarse a las dimensiones del perro. No debe ceñirse excesivamente y tiene que dejar libertad de movimiento a las patas, el cuello y la cola. También debe ser transpirable, impermeable y cómodo de poner y quitar.
Sin embargo, no a todos los perros les gusta que les cubran con un abrigo. Si al principio el perro lo rechaza, se debe hacer que se acostumbre al abrigo día a día, hasta que se quede tranquilo, lo que se puede incentivar recompensándolo con una golosina.