Núremberg (Alemania) (dpa) – A los músicos famosos se les suele reconocer por alguna característica concreta. En el caso de Elvis era su pelo, en el de Elton John sus divertidas gafas, en el de Mick Jagger su forma de bailar y en el de Paul McCartney, su bajo.
El icónico bajo Hofner 500/1 Violín fue su compañero inseparable durante su años con los Beatles. Este instrumento, que se asemeja en apariencia a la guitarra eléctrica, tiene forma de violín pero con un brazo largo y se puede escuchar en muchos de los primeros discos de los Beatles.
Ese instrumento desapareció en circunstancias un tanto misteriosas cuando los Beatles eran ya celebridades consolidadas. Y ahora el fabricante de guitaras Karl Hofner ha emprendido una campaña para encontrar el bajo más codiciado del mundo.
«Aunque nadie sabe realmente lo que pasó con el bajo, lo más probable es que fuera robado», explica Nick Wass, responsable de comunicación y marketing en Hofner, que ha lanzado esta campaña.
El bajo fue visto por última vez cuando Paul lo tocaba durante la grabación de una película en los estudios Twickenham de Londres, según ha averiguado Wass. Desapareció en algún momento de 1969. «Hasta el día de hoy su desaparición sigue siendo un misterio», insiste.
McCartney compró su primera guitarra en Hamburgo en la primavera (boreal) de 1961. Eran los inicios de la banda, cuando actuaban en bares y clubes de la ciudad portuaria alemana.
Tras conocer a John Lennon en 1957, Paul se unió a los Beatles en un principio como guitarrista. Y se hizo con un bajo casi por casualidad.
Cuando el bajista Stuart Sutcliffe se cansó, McCartney asumió el hueco que dejaba, pero como era zurdo, apenas sabía usar ese instrumento. Entonces no tenía dinero para comprarse el prestigoso bajo de la marca Fender, así se hizo en Hamburgo con uno más económico, el de Hofner, que le costó unas 30 libras de la época. ¿Quién iba a decir entonces que, tras desparecer, se iba a convertir en uno de los instrumentos más buscados del mundo?
Esta guitarra en concreto tiene un gran valor tanto para fans de los Beatles como para los coleccionistas. «Alguien en algún lugar sabe qué pasó con el bajo y dónde está ahora. Esa información puede salir a la luz si la persona adecuada se anima a hacerla pública», insiste Wass, quien quiere usar el poder de Internet para devolver el bajo a su legítimo propietario o al menos averiguar de una vez por todas qué pasó con el icónico instrumento.
Paul usó su Hofner en sus conciertos con los Beatles en Hamburgo y en Liverpool, en famosos clubes como The Cavern y también en sus giras por Reino Unido y el mundo.
Esa fue la guitarra que usó en los dos primeros discos que el grupo grabó en los estudios de Abbey Road. La tocó en los primeros grandes éxitos del grupo como «She Loves You», «Twist and Shout» y «Please Please Me», cuando formaba parte del legendario grupo integrado por John Lennon, George Harrison y Ringo Starr.
Según los biógrafos de los Beatles, McCartney encargó a Hofner un bajo nuevo en 1963, que era casi idéntico al primero. El bajo violín quedó relegado a ser un instrumento de apoyo y la última vez que sonó fue a principios de 1969 en el disco de «Let It Be». Después desapareció sin dejar huella.
Desde entonces, McCartney ha seguido confiando lealmente en el fabricante alemán de guitarras. Tocó un Hofner en 2012, en el concierto que ofreció en el Palacio de Buckingham con motivo del aniversario de diamante de la reina Isabel II. Otro bajo que estaba firmado por él y que había sido donado fue vendido por 40.000 libras (51.700 dólares) en una subasta.
Para Paul McCartney el instrumento tiene un gran valor sentimental, según señala Wass. El representante del músico y cantante ha confirmado que McCartney está al tanto de esta nueva iniciativa para buscar su bajo.
Las redes han sido un hervidero de rumores sobre el instrumento durante mucho tiempo y, según los foros, el instrumento se encuentra ahora en Ottawa, en Canadá.
Wass, sin embargo, niega esas afirmaciones. «Durante años se han escuchado todo tipo de rumores, pero tan solo son eso, rumores», indica.
Al parecer él tiene alguna idea de lo que pudo ocurrir y donde pordría estar, pero todavía no quiere compartirla. No obstante, prometió a McCartney que encontraría su bajo.
Por Michael Donhauser (dpa)