Nombrar Donosti es hacerlo de una ciudad con cientos de años de historia en sus piedras y monumentos, es hablar de uno de los paseos marítimos más bellos del mundo, es meca del cine y de platos exquisitos que hacen de la cocina vasca una de las más reconocidas a nivel internacional y, por supuesto, es rememorar su pasado y reivindicar su presente vanguardista a través de las artes y las ciencias
Si existe un destino que emana elegancia en el norte de España, desde luego, ese es San Sebastián. No en vano, la reina regente María Cristina desde finales del S.XIX y principios del S.XX eligió esta coqueta ciudad vasca como destino vacacional durante los veranos. Eso hizo que prolifera una gran afición de la nobleza y la alta burguesía a establecer residencias en Donosti y el consiguiente auge de palacetes y hoteles míticos como el que lleva el propio nombre de la Reina María Cristina, edificio que ella misma inauguró en 1912.
Su reconocido trazado urbano deja estampas idílicas donde el mar se funde en la Playa de la Concha con un paseo marítimo donde en cuya balaustrada albina se asoma el palacio de Miramar de estilo inglés y encargado a construir por la Casa Real española al arquitecto José Goicoa; aunque sobre un proyecto ya existente que pertenecía a Ralph Selden. Por tanto, una visita guiada San Sebastián no dejará al visitante indiferente y hará que se adentre en sus calles y plazas para ser el protagonista de un escenario donde el cine internacional tiene una de sus citas anuales más importantes. En consecuencia, planificar una buena escapada a Donosti significará haberse decantado por un plató de la vida real donde las instantáneas del posterior álbum encontrarán, sin duda, una luz inmejorable y un entorno que quedará para el recuerdo.
Un mar de posibilidades
La ciudad de San Sebastián está a orillas del Mar Cantábrico por lo que su privilegio costero la hace acreedora de varias playas, entre ella la de La Concha una de las estampas más reconocibles y la cual ha recibido el calificativo de ser una de las playas urbanas más hermosas del mundo. Pero, además, existen otras como la de Ondarreta que también está en la bahía interior de La Concha y otra externa con el nombre de Zurriola. Esa combinación de mar y playas hacen de sus aguas marinas un lugar escogido por muchos amantes del surf o el windsurf para practicar sus deportes y cabalgar olas durante todo el año.
Palacios y balnearios de la época dorada
Y no es que la ciudad haya perdido ni un ápice su atractivo para los visitantes, de hecho cada año se acercan hasta ella más de 1,5 millones de turistas dejando huella clarividente de que el turismo sigue siendo un referente. Sin embargo, cuando se habla de la época dorada de Donosti hay que trasladarse a la primera etapa del S.XX dónde se construyeron palacios como el de Miramar, antes nombrado, pero habría que destacar una importante ruta por estas edificaciones imponentes que componen el conjunto arquitectónico que hacen de San Sebastián lo que es, una ciudad, hermosa. Entre ellos, destacables ejemplos como el Palacio de la Diputación inspirado en la Ópera de París. Es interesante también darse una vuelta por el parque Cristina Enea, considerado como uno de los mejores conjuntos históricos urbanos españoles, cerca, se puede disfrutar de otro palacio de renombre, el del Duque de Mandas, sede actual de la Fundación Cristina Eneas que mira por la sostenibilidad y los valores de conservación del medio ambiente. Y La Concha tiene su Perla, en esta ciudad en forma de balneario, que fue fundado en 1912 donde los más sibaritas pueden adentrarse en sus instalaciones y disfrutar de sus servicios.
Un Gran Casino con historia y unos pintxos, dos imprescindibles
Por último, toda persona que pase por San Sebastián tiene que visitar el Gran Casino, un edificio imponente que también data de principio del S.XX y que fue uno de los centros del glamour y la alta sociedad de la época. Más tarde, a mediados de siglo, pasó a ser el nuevo Ayuntamiento de la ciudad, función que sigue albergando este monumento cuyos salones interiores dan muestra del esplendor al que llegó esta ciudad que, en la actualidad, cuenta con una población de casi 190.000 habitantes. Hablar de su gente y la hospitalidad que ofrecen es hacerlo también de sus tabernas y tascas dónde pueden degustar deliciosos pintxos elaborados con productos de la tierra y que hacen de la cocina vasca vanguardia internacional. Recomendable es darse un paseo por la Parte Vieja de San Sebastián y deleitarse con un hojaldre de chistorra, una brocheta de gambas o un buen revuelto de hongos.