Sochi, 17 sep (dpa) – Rusia y Turquía acordaron hoy crear en las próximas semanas, hasta el 15 de octubre, una zona desmilitarizada alrededor de la región rebelde de Idlib, en el noroeste de Siria.
El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, confirmó que con este acuerdo ya no es necesario lanzar una gran ofensiva ruso-siria contra Idlib, el ultimo bastión insurgente en el país. En Idlib hay decenas de miles de combatientes, algunos pertenecientes a la red terrorista Al Qaeda y otros que luchan en las filas de la oposición moderada.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo ante la prensa al término de una reunión de más de cuatro horas con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en el balneario ruso de Sochi que todos los combatientes de la oposición tienen que abandonar la zona desmilitarizada, de entre 15 y 20 kilómetros cuadrados, y que todo el armamento pesado tendrá que ser retirado antes del 10 de octubre.
Soldados turcos y policías militares rusos patrullarán conjuntamente la zona, agregó el jefe del Kremlin, quien aseguró que esta táctica cuenta con el respaldo del Gobierno sirio.
El mandatario ruso subrayó que es importante para su país que gracias a la zona desmilitarizada queden fuera del alcance de los ataques con drones de los rebeldes la base aérea rusa de Hamaimim y la ciudad de Alepo.
Erdogan precisó que «la oposición permanecerá en las áreas donde actualmente se encuentra» y que Turquía y Rusia asegurarán que los grupos radicales, que los dos países van a identificar, no sigan activos en esas áreas. Según el presidente turco, el acuerdo alcanzado con Rusia ha permitido «evitar una gran crisis humanitaria».
Putin, que calificó el acuerdo pactado con Erdogan como un «resultado serio», dijo que «Rusia y Turquía han confirmado su determinación de combatir el terrorismo en Siria en todas sus formas».
«Tenemos la creencia común de que la realización práctica de los pasos planeados dará un impulso adicional al proceso de resolver políticamente el conflicto sirio», afirmó el mandatario ruso.
Turquía, que apoya a algunos grupos rebeldes, había intentado persuadir a Putin durante una cumbre tripartita celebrada la semana pasada con Irán de que las tropas sirias y rusas se abstuvieran de lanzar un ataque a Idlib para evitar un baño de sangre y un nuevo éxodo de refugiados hacia la frontera turca. La provincia de Idlib tiene una población estimada de tres millones de habitantes.
Putin señaló durante su reunión con Erdogan en Sochi que las dos partes debían buscar soluciones «donde hasta el momento no las hay» a muchos asuntos muy difíciles.
Después del fin de la reunión entre Putin y Erdogan, las delegaciones de los dos países continuaron sus deliberaciones.
«Hay ciertas diferencias en la comprensión, matices diferentes, por lo que es necesaria una conversación seria entre los líderes de los dos países», había declarado previamente el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. «Nuestra solidaridad sobre asuntos regionales va a dar esperanza a la región», había afirmado por su parte Erdogan.
La disputa sobre Idlib lastra la relación entre Turquía y Rusia, que por lo demás intentan colaborar como buenos socios. La Fuerza Aérea rusa lanza desde hace varios días numerosos ataques contra supuestos «terroristas» en Idlib.
Rusia aseguró la semana pasada que estaba organizando corredores humanitarios para la evacuación de civiles una vez que comience la ofensiva del Ejército sirio para reconquistar Idlib.