(dpa) – Los expertos recomiendan que quien lleve una mascarilla no inhale y exhale con demasiada fuerza. «Eso puede conducir a la hiperventilación», advierte la profesora Janne Vehreschild, del Centro Alemán de Investigación de las Infecciones. La experta recomienda respirar con tranquilidad y superficialmente y no concentrarse mucho en ello, sino ocuparse con otras cosas.
A muchos les cuesta respirar debajo del cobertor de tela. En realidad, las mascarillas clásicas de algodón son tan permeables que no debería producirse una falta de oxígeno debajo de ellos, comenta la infectóloga.
Sin embargo, hay una posible explicación para esa sensación de ahogo. «Más bien creo que la respiración se experimenta de forma más consciente y activa y entonces puede ser que uno se imagine que le falta el aire», observa Vehreschild.
Respecto del material de las mascarillas, se recomienda que sean telas de hilado ajustado, que son más apropiadas para la vida cotidiana que las de hilado más flojo. Pero lógicamente se debe poder respirar.
«Se puede probar la porosidad colocando la mascarilla sobre los labios para ver si se puede respirar hondo», recomienda Vehreschild. «Si hay que soplar muy fuerte para que pase el aire, entonces la tela no es la adecuada».
En una tienda es complicado hacer esta prueba, pero quien vaya a coser la mascarilla en su casa puede realizarla sin problema en la tela antes de ponerse con la aguja y el hilo.