Existen muchísimas razas de perros a nivel internacional, pero seguro que muchas personas desconocen que en nuestro país hay muchas de ellas, algunas más conocidas que otras, pero todas igual de especiales. Muchas de estas razas son oficiales, otras no lo son. Básicamente la diferencia reside en si son reconocidas por el Ministerio de Medio Ambiente o no, así de sencillo.
La Real Sociedad Canina Española arroja luz sobre esto
La Real Sociedad Canina Española fue fundada a principios del Siglo XX y busca encargarse de la conservación, fomento y mejoramiento de las razas puras de perros de pastoreo, guardia, defensa, carrera, trabajo y compañía. Básicamente la protección de todas las razas caninas, para conseguir la aclimatación y desarrollo en nuestro país de las diversas razas de perros, para así conseguir la estabilidad necesaria con las de orígenes extranjeros.
Se encargan de multitud de elementos diferentes, todo ello para mejorar en general la calidad de vida de los perros y buscar su beneficio a través de la mejora de las diferentes instalaciones públicas y regulaciones legales de todo tipo de aspectos que afectan a los perros.
En este sentido, también dan la formación técnica y práctica necesaria para formar a jueces de morfología canina, obediencia y demás elementos necesarios para determinadas competiciones en todo tipo de disciplinas. En resumen, una Sociedad focalizada en nuestros amigos peludos, para que estén a salvo en diferentes aspectos de la vida cotidiana. Así como también en las competiciones y disciplinas en las que puedan participar.
Algunas razas siempre destacan sobre otras
Como decimos, en España hay muchísimas razas de perros diferentes, unas se conocen más que otras, y este es el claro ejemplo del sabueso español, una raza de perro cazador, apto sobre todo de cara a la caza menor (aunque también es útil para la mayor). Se caracteriza por tener una cabeza realmente hermosa y largas orejas. Es de esqueleto compacto y fuertes músculos. Tiene el pelo fino, liso y pegado.
Es un perro muy obediente, de ahí que sea ideal para la caza, sobre todo cuando ésta es de rastro. Es un gran especialista en liebres, pues es muy efectivo buscando en el rastro de sangre. Es una raza que se conoce desde la Edad Media, ya en los libros de cacerías del Rey Alfonso XI. Por lo tanto, ya desde sus inicios fue una raza destinada a la caza, de hecho de reconocido prestigio como sabueso. Con facilidad para el adiestramiento, su nota más característica y destacada en general.
Es un perro de caza propiamente dicho, de ahí que no sea muy habitual verlo como animal de simple compañía en las familias. Seguramente este sea uno de los motivos por los cuales es tan desconocido para la mayoría de personas. Eso sí, es un perro de gran carácter por lo que habrá que educarlo con mano firme para que no se acabe volviendo un verdadero quebradero de cabeza. Aunque es un perro muy noble en términos generales, y si conseguimos adiestrarlo bien, es uno de los mejores ejemplares para cazas menores. Ninguna otra raza nos va a proporcionar tan buenos resultados como el sabueso español.
Son una raza ideal para la caza, pero lo más importante y que deberemos tener en cuenta es que son animales muy territoriales, por lo que deberemos tener cuidado si queremos que estén con otros perros. De hecho, si es nuestra intención, lo mejor es que esos perros siempre sean más grandes que él, de lo contrario podríamos tener serios problemas. Eso sí, son buenos perros guardianes gracias a su gran tenacidad. Por lo que además de cazadores pueden ser una buena raza a tener cuenta para vigilar caseríos o cortijos grandes.
Razas ideales para la caza menor: perdigueros
Continuando con grandes razas, de tradición y fuertemente arraigadas a la caza, nos encontramos la raza perdiguero de Burgos. Este ejemplar seguramente sea más conocido por las personas, pues una raza que ha ido evolucionando con el tiempo. Tanto es así que muchas familias lo tienen en sus hogares como simple mascota. Esto también es gracias a su carácter noble y bonachón. Tiene grandes dientes fuertes y sanos, con mirada dulce y triste, así como párpados gruesos.
En este sentido, aquí tenemos un perro perdiguero, es decir, para la caza menor y en concreto es tremendamente efectivo para cazar perdices. Es complicado ubicar su origen, pero lo que sí se tiene claro es que siempre estuvo asociado a la clase social alta. De hecho, muchas personas aseguran que viene desde Castilla su origen.
Hasta el Siglo XVIII no es cuando se afianza, básicamente porque es cuando existen documentos oficiales e incluso pinturas donde aparecen estos perros tan característicos. Con el paso del tiempo ha sido un perro que ha sabido adaptarse a todo, aunque en las últimas décadas ha quedado casi extinto, pero por suerte esto no ha ocurrido. Ello fue debido a los criadores compulsivos que hicieron verdaderas salvajadas, pero por suerte a día de hoy todo esto está bajo control.
Lo que podemos destacar es que el perdiguero de Burgos es una raza con mucha energía, disciplina, instinto y rapidez. De ahí que sean ideales para cazar aves como las perdices, porque son los más efectivos en este tipo de caza. En definitiva, son una raza realmente efectiva en todos los sentidos. Lo mejor de todo es el autocontrol y la disciplina que tienen, ya que si están bien educados no devorarán a su presa antes de que llegue su amo.
Su capacidad de rastro es otra gran característica de esta raza, junto con sus excelentes características físicas, debido a que tiene un cuerpo compacto con patas robustas y bien desarrolladas para dar el máximo rendimiento físico en diferentes tipos de situaciones difíciles o complicadas. Es también un perro rústico, por lo que es recomendado para tenerlo en ambientes de campo, como fincas, rodeados siempre de naturaleza, es su ambiente ideal y donde más cómodos se sentirán.