Madrid, 25 ene (EFE).- Con la catedral de Santiago de Compostela de fondo, el auditorio del Palacio de Congresos de Madrid ha sido hoy el escenario de una ‘oda al orgullo’, la del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decidido a levantar el ánimo de los suyos y advertir a otros de que el cambio que piden es el que ya ha traído él.
Y es que Rajoy está convencido de que a los populares le sobran los motivos para estar orgullosos. Orgullosos de haber logrado que España «esté renaciendo», conseguir que el país no se haya roto «ni por sus costuras sociales ni por sus costuras territoriales» y orgullosos también, claro está, de militar en el PP.
Un consejo más del presidente: Ni caso a lo que digan otros. «De algo tienen hablar», dice Rajoy, que cierra la convención del PP con una consigna clara. Algo así como: «nosotros a lo nuestro» y a ganar las elecciones para seguir gobernando porque «queda mucho por hacer».
Lo pretendiera o no, Rajoy respondía así de un plumazo las dos preguntas que el primer día de la convención lanzaba al aire el presidente de honor del partido, José María Aznar.
¿Dónde está el PP?, ¿Queremos ganar las elecciones?.
Pues el jefe del Ejecutivo no tiene dudas. Aún a riesgo de que le acusen de triunfalista, dice que su partido es el que ha conseguido «un cambio de la noche al día», de un gobierno socialista que «metió» a España en la crisis a un gobierno del PP que la está «sacando de ella».
Vamos, que el cambio que piden otros, como el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ya está aquí y no es otro que el PP.
Porque, dice el presidente, que «no Podemos» jugarnos el futuro a la «ruleta rusa» de la frivolidad o el populismo y que no es lo mismo salir en la tele a dar doctrina «mesiánica» que defender a España en Europa.
Así que Pablo Iglesias puede seguir pidiendo el cambio, como sin duda hará el próximo fin de semana en Madrid en la gran marcha que Podemos ha convocado con ese único fin, que Rajoy mientras tanto seguirá a lo suyo.
A palabras necias oídos sordos del presidente, un refrán que podría aplicarse también a las acusaciones que otros partidos le lanzan por los escándalos de corrupción. Y en este caso, también aplica la misma receta.
«Otra cosa es que algunos no tengan de qué hablar», ha dicho Rajoy puntualizando que eso tampoco es culpa del PP.
Al presidente lo que le importa es que los españoles sepan que sus medidas han servido para sacarles de la crisis y ese deseo puede ser el que ha querido también plasmar en uno de los vídeos exhibidos en esta convención.
En él puede verse a Rajoy visitando casa por casa, comercio por comercio, y entrando hasta al salón de una familia cualquiera para darles las gracias por todo lo que se ha conseguido.
Los populares, en definitiva, se llevan de esta convención este balón de oxigeno que les ha dado Rajoy para que aguanten las críticas y dejen pasar el temporal.
Palabra de Rajoy: «De lo que digan otros….., dejad que se ocupe el viento».
Sonia López