(dpa) – A veces cuando estamos preparando un buen plato o al lado de la parrilla nos quemamos, sea por mala suerte o por torpeza. Algunas personas salen apuradas a buscar hielo del refrigerador o se aplican recetas domésticas «todopoderosas», como mantequilla. Pero esas soluciones, ¿realmente alivian?
La Asociación de Farmacéuticos de Alemania advirtió en un cuadernillo de publicación reciente que no debemos actuar de un modo impulsivo ante las quemaduras sin saber cuál es el método apropiado.
Aplicar frío sobre la herida sirve siempre, eso sí, pero lo ideal es colocar la zona bajo un chorro de agua que tenga temperatura ambiente. El frío desmedido tiene un efecto contrario y hasta puede generar mayores daños. La mantequilla no sólo pegotea la zona herida, sino que además aumentan el riesgo de que se produzcan infecciones.
Y si la quemadura es realmente fuerte, desde ya que no hay aplicación casera que ayude. Cuando surgen ampollas o cuando la superficie quemada supera el equivalente a la palma de una mano, los afectados deberían acudir al médico. Si se trata de un niño que se ha hecho una gran quemadura, incluso deberían llamar una ambulancia.
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