Gran cantidad de bebés sufren los llamados cólicos del lactante, que si bien no resultan peligrosos, son bastante dolorosos y provocan un llanto inconsolable en ellos. Para arrojar algo de luz acerca de cómo solucionar este problema, vamos a ver cuál es el papel de la fisioterapia en el cólico del lactante.
¿Qué es el cólico del lactante y cuáles son sus síntomas más comunes?
El cólico del lactante se produce cuando un bebé, sin causa aparente, tiene episodios de fuertes llantos que se repiten durante al menos 3 horas cada día, un mínimo de 3 días por semana y durante más de 3 semanas (cumpliendo así la regla del 3 de Wessel).
¿Cómo se manifiesta el cólico del lactante?
Además de llorar de manera intensa, el niño presenta hipertonía (es decir, tiene el tronco o las extremidades rígidas). Puede encoger las piernas de forma repetida por encima del abdomen, o cerrar fuertemente los puños. También es habitual que el esfuerzo le haga enrojecer, y que tenga el vientre algo hinchado.
Causas del cólico del lactante y por qué aparece
No se sabe a ciencia cierta qué es lo que provoca el cólico del lactante. Sí existen teorías que apuntan a distintas causas, como que podría tener un origen intestinal, relacionado con la falta de madurez del intestino, estreñimiento, gases, etc.
También se ha señalado que el cólico del lactante podría venir desencadenado por causas psicológicas. Es decir, podría derivar de conductas de los padres que podrían estresar al bebé, o de un entorno que lo estimula en exceso. Se cree también que los cambios de rutina podrían guardar alguna relación con el cólico del lactante.
Otras posibles causas del cólico del lactante podrían ser de origen dietético. Parece que en los niños que son alimentados con la lecha materna son menos habituales, teniendo en cuenta que es frecuente que los bebés tengan alergia a las proteínas de la leche de la vaca.
Se cree también que el cólico del lactante puede deberse a la inmadurez del niño en el plano neurológico. Hay que tener en cuenta que el bebé está en una etapa en la que debe adaptarse al ritmo de sueño-vigilia, y a un cierto ritmo de actividad durante la vigilia. Esto significa que necesita tiempo para completar su proceso de autorregulación.
¿Cómo puede ayudar la fisioterapia para el cólico del lactante?
La fisioterapia puede ser muy eficaz a la hora de aliviar al bebé que padece el cólico del lactante. En primer lugar se identificará cuál puede ser la causa que lo está provocando, desechando la posibilidad de que exista alguna enfermedad subyacente a estos episodios.
El fisioterapeuta puede realizar un tratamiento que normalice la musculatura del bebé, mejorando así el funcionamiento de su aparato digestivo, y puede colaborar con los padres del niño para que los resultados del tratamiento sean más rápidos, y evitar que se produzcan nuevos episodios de cólico.
Objetivos principales de la fisioterapia para los casos de cólico del lactante
La aplicación de la fisioterapia en los casos de cólicos del lactante persigue sobre todo los siguientes fines:
- Mejorar el funcionamiento del intestino.
- Disminuir los reflujos y regurgitaciones del bebé.
- Reducir la tensión que presenta en niño en los músculos del abdomen.
- Eliminar los gases, favoreciendo su expulsión.
- Evitar el estreñimiento, promoviendo la expulsión de las heces.
- Calmar el nerviosismo que sufre el niño.
¿Cómo será el tratamiento?
Parte importante del tratamiento consiste en una serie de masajes en el abdomen, que se realizarán antes de la toma. Estos masajes se hacen de forma muy suave, y siguiendo siempre el sentido de las agujas del reloj. También se ejercerán unas leves presiones sobre la zona del abdomen, en forma de U invertida, y siguiendo igualmente el sentido de las agujas del reloj.
Por otro lado, el nervio vago tiene un papel fundamental en estos casos, ya que contribuye a regularizar los movimientos intestinales. Así pues, también es necesario tratarlo, aplicando distintas técnicas en las que interviene la osteopatía. Finalmente se realizará una serie de ejercicios, flexionando las rodillas y caderas del niño y llevándolas hacia su pecho, extendiéndolas después.
Junto a este tratamiento, se propondrá, algunos consejos importantes a los padres para que los episodios de cólicos mejoren:
- Mantener la calma. Es evidente que ante una situación como esta, los padres pueden verse muy alterados. Sin embargo, resulta de vital importancia que se mantengan lo más tranquilos posible, para no aumentar el estado de nerviosismo del niño. Para ello es importante tener en mente todo el tiempo que aunque el cólico resulta molesto, no es peligroso, y además termina pasando.
- Aplicar algo de calor en el abdomen del bebé, utilizando para ello un cojín de semillas.
- Hacer movimientos rítmicos o realizar vibraciones al pasear el niño o mientras está en la cama, ya que esta práctica parecer aliviarlo.
- Cuando el niño no toma leche materna, es buena idea probar con las leches hidrolizadas. No obstante, esto se debe consultar antes con su pediatra.
En último lugar, deseamos agradecer a la clinica fisioterapia granada Susana Domínguez la información facilitada para la redacción de este artículo.