Miami, 13 ago (dpa) – La «marea roja», conocida también como Floración Nociva de Algas (FNA), es un fenómeno natural que aparece en el agua de las costas de Estados Unidos y otros países del mundo con cierta frecuencia.
La aparición de una en la costa oeste de Florida animales ha puesto en alerta a autoridades y organizaciones protectoras de animales al ser considerada la peor que ha enfrentado ese estado en la última década tras dejar miles de peces, tortugas, delfines y manatíes muertos.
La floración de microalgas que apareció en los condados de Lee, Charlotte, Sarasota y Collier se generó luego de que pequeñas colonias dispersas, que viven entre 30 y 60 kilómetros de la costa, se multiplicaran rápidamente y llegaran a las costas hace aproximadamente un mes.
El investigador y fisiólogo de la Universidad de Miami profesor Larry Brand, quien ha estudiado por años el comportamiento de las algas en las costas de Florida, explicó a dpa que «la ‘marea roja’ es un alga que necesita nitrógeno y fósforo para crecer de la forma que lo ha hecho».
«Esas algas producen una neurotoxina conocida como ‘brevetoxina’, que mata a animales marinos de pequeños a grandes tamaños y que causa trastornos respiratorios y gastrointestinales en los seres humanos», detalló.
Las microalgas, cuya aparición comienza a mediados del otoño, proliferan bajo ciertas condiciones ambientales como la temperatura del agua, la salinidad, la luminosidad y la disponibilidad de nutrientes, factor que según el profesor Brand ha sido determinante esta vez.
«Simepre están en altamar pero a medida que llegan a las costas se fortalecen y alimentan de la contaminación de tanques sépticos con fugas y líneas de alcantarillado, así como fertilizantes de granjas y césped que terminan en el mar», explicó Brand.
Los moluscos filtradores (como las almejas) se alimentan de esas microalgas y terminan concentrando en sus tejidos las toxinas que los convierten en alimento altamente tóxico para quienes los consuman sin generar ningún cambio en su color, olor o textura.
Estas toxinas son muy resistentes a altas temperaturas por lo que la cocción de los mariscos contaminados no es capaz de eliminarlas. Por esta razón, los mariscos contaminados no deben ser consumidos por seres humanos.