La educación permanente es un concepto ampliamente trabajado dentro de la educación formal. Se trata de un método de aprendizaje basado en la formación que se desarrolla a lo largo de la vida y que no está vinculada de forma obligatoria a la educación formal.
En la vida todos debemos pasar por lo que se conoce como educación formal. Esta inicia desde el jardín de infancia y lo ideal es que culmine con una titulación universitaria, aunque es bien sabido que no siempre funciona así. Sin embargo, existen muchos elementos más que están vinculados a este sistema y que no guardan una relación tan estrecha con esta escalera de conocimiento.
Estamos hablando de la educacion permanente, la cual se concibe como una estructura que dura a lo largo de toda la vida. Se trata de todos aquellos conocimientos que vamos adquiriendo, seguramente después de la adultez, y que sirven para aplicar en cualquier momento de nuestra vida.
Este concepto no está tan relacionado con la educación continua o de actualización que existe después de recibirse como profesional en una carrera universitaria. Por ejemplo, un médico podría trabajar la educación continua con un taller de innovación en anestesia local, que está vinculado de forma directa a la mejora de su profesión, por lo que no se corresponde con la educación permanente.
Orientaciones de la educación permanente
A la hora de comprender cualquier definición, una buena estrategia es analizar las orientaciones que le definen y que pueden ser de utilidad para imaginarse mejor de qué va todo esto. Así que a continuación destacamos las más importantes:
- A las relaciones personales: se trata de actividades que fomenten el correcto comportamiento social y lo que las personas hacen entre sí a fin de generar vínculos de amistad. Por ejemplo, los talleres de trabajo en equipo.
- A los elementos culturales: en este caso lo que se busca es la ejecución de un mensaje de difusión sobre temas históricos y culturales de interés. Por ejemplo, los recorridos por castillos.
- Al aprendizaje no formal: son todos aquellos cursos que realizamos en función a desarrollar una habilidad que no se perfila de manera muy expedita en la educación formal. Aquí se incluye por ejemplo el aprendizaje de idiomas.
- A los aspectos artísticos: aunque no todos tenemos facilidad para desarrollarnos en esta área, lo que se busca es trabajar la expresión de sentimientos y puede establecerse en función a actividades relacionadas a la pintura, el teatro, entre otros.
Utilidad de la educación permanente
Con todo lo revisado con anterioridad, resulta muy fácil fijarse en las oportunidades que la educación permanente nos regala. Sin embargo, también vale la pena definirlos por separado. Dentro de ellas tenemos:
- Un mejor perfil profesional: al añadir habilidades permanentes a nuestro perfil profesional seremos candidatos a ascensos o mejores opciones a la hora de buscar un empleo nuevo. Es por eso que la educación permanente se desarrolla a lo largo de la vida porque se puede mejorar siempre.
- Conocer de nuevas áreas no tan vinculadas a nuestro perfil profesional: en ocasiones las personas suelen pensar “¿Para qué voy a hacer tal o cual curso si no está desligado de mi profesión?” sin embargo, decidirse a hacer esto ha ayudado a muchos a reinventarse a nivel profesional y encontrar una nueva carrera donde funcionan mejor.
- Apropiación de conocimientos en el área tecnológica: en la actualidad esta es una de las utilidades más relevantes porque la tecnología está ocupando un papel protagonista en la vida. No obstante, la formación universitaria todavía no está tan empapada de esto y sus programas se están poco actualizados con respecto a este tema, así que vale la pena estudiar mucho al respecto.
La educación permanente ofrece muchas oportunidades y hoy se pueden conseguir buenas ofertas de estudio en internet, de manera que las desarrollemos en los momentos en que tengamos oportunidad y sin necesidad que se vuelvan un quebradero de cabeza en nuestro día a día.