Según los datos de la Sociedad Española de Reumatología, la artrosis es la enfermedad articular más frecuente en España, afectando a más de 7 millones de españoles mayores de 20 años. Se trata de una enfermedad de carácter crónico y que perjudica a las articulaciones, localizándose principalmente en las manos, las rodillas, la cadera o la columna vertebral. Afecta más a las mujeres que a los hombres, llegando a padecerla el 52 % de la población femenina, frente al 29% de los hombres. La artrosis provoca a los que la padecen dolor, inflamación y limita sus movimientos, algunos tan cotidianos como el simple hecho de cerrar la mano, subir las escaleras o caminar.
Las articulaciones, a las que afecta la artrosis, son los elementos que conectan dos huesos (como por ejemplo el codo, la rodilla, la cadera, etc.) y, por lo tanto, son los encargados de permitir el movimiento. El cartílago es el tejido que recubre los extremos de estos huesos y es indispensable para la articulación funcione correctamente, haciendo de amortiguador.
La enfermedad de la artrosis deteriora el cartílago articular y esto hace que los huesos se vayan desgastando, es entonces cuando aparece el dolor. A medida que el cartílago desaparece, el hueso reacciona y crece por los lados, lo que se conoce como osteofitos, produciéndose entonces la deformación de la articulación.
Tipos de artrosis
La artrosis se localiza principalmente en cuatro zonas: artrosis de rodilla, artrosis de manos, artrosis de cadera y artrosis de columna. La artrosis de rodilla es el tipo más frecuente en nuestro país y la sufre un 10 por ciento de la población española. Se puede distinguir artrosis de rodilla primaria, relacionada íntimamente con factores de envejecimiento y con la genética, y la artrosis secundaria, que se suele producir debido a una lesión anterior y que afecta principalmente a deportistas o personas obesas, y que resulta debido principalmente a los sobreesfuerzos.
La artrosis de manos es la segunda más común y afecta a un 6 por ciento de los ciudadanos. Es muy visible porque suele deformar los dedos y afecta en los pacientes en su día a día, incluso en tareas como la escritura. Durante el proceso se produce un gran dolor, sobre todo en los primeros estadios de la enfermedad, ya que las molestias suelen disminuir cuando la deformación ya se ha completado.
La artrosis de cadera afecta a la parte superior de la pierna y es bastante frecuente, aunque no tanto como las dos anteriores que ya hemos visto, de rodilla y de mano. En general, suele darse en personas mayores, pero también hay casos en los que se da antes de cumplidos los 50 y tiene un carácter muy excepcional en personas jóvenes. En www.rs7.es/2019/05/23/la-artrosis-de-cadera puedes encontrar más información sobre esta enfermedad y los síntomas de la artrosis, aunque el signo fundamental es el dolor.
Por último, la columna vertebral está formada por muchas articulaciones, por lo que se puede desarrollar artrosis en esta zona. Habitualmente se encuentra localizada en el área lumbar y cervical. Este tipo de artrosis en ocasiones es asintomático, por lo que se suele diagnosticar en la mayoría de los casos algo tarde, cuando se hace una radiografía por otros motivos.
Causas que provocan la aparición de la artrosis
A día de hoy no se conocen las causas que producen la artrosis con exactitud, pero sí podemos observar que hay ciertos factores de riesgo que se asocian a su aparición.
El primero de ellos es la edad, pues aumenta su aparición de forma significativa a partir de los 50 años. La segunda es el sexo, afectando sobre todo a mujeres mayores de 50 años.
En tercer lugar, tenemos la genética, pues puede tratarse de una enfermedad hereditaria. Se estima que los factores genéticos pueden significar hasta un 65 % del desarrollo de esta enfermedad.
En cuarto lugar, afecta la actividad laboral que se realice, siendo la repetición de los mismos movimientos articulares una de las causas a largo plazo por sobrecarga articular. Así mismo, una actividad física elevada, como la que llevan los deportistas de élite, también favorece su aparición.
En quinto lugar, la llegada de la menopausia y la disminución de los niveles de estrógenos hace que suban los factores de riesgo para la aparición de la artrosis. Así mismo, determinadas fracturas y lesiones pueden ser un factor desencadenante.
Por último, la obesidad no parece estar directamente ligada a la aparición de la artrosis y su desarrollo, pero sí puede agravarla.
Medidas de prevención de la artrosis
La principal medida de prevención que deben tomar los grupos de riesgo es llevar una dieta sana y equilibrada, como la dieta mediterránea, hacer ejercicio físico, pero de forma moderada, y siempre participar en actividades que sean acordes a la edad y al estado físico en el que se encuentra la persona. Con estas pautas evitaremos la obesidad, que tal y como decíamos no es un factor desencadenante, pero sí agrava la enfermedad por sobrecarga, sobre todo en el caso de la artrosis de rodilla.
En cualquier caso, siempre habrá que evitar o limitar el esfuerzo físico intenso, como puede ser el cargar con objetos demasiado pesados o las actividades laborales que conllevan un sobreesfuerzo.
Los expertos también recomiendan ser cuidadosos con los deportes de contacto, como el fútbol o el rugby, ya que no son adecuados para los pacientes con artrosis y son una de las causas que pueden provocar la enfermedad. Muchos futbolistas, de hecho, padecen artrosis debido a una lesión de menisco.