El termostato del coche es una pieza fundamental para el correcto funcionamiento del sistema de refrigeración. Este dispositivo se encarga de regular la temperatura del motor, asegurando que opere dentro de los parámetros ideales.
Por esa razón, todos los propietarios de coches o conductores de los mismos deberían conocer la importancia que tiene un termostato para su correcto funcionamiento, y más aún, saber en qué casos conviene reemplazarlo y qué se debe tener en cuenta para mantener la durabilidad, la seguridad y el rendimiento del coche.
Importancia del termostato en el coche
El termostato desempeña un papel crucial en el sistema de refrigeración del automóvil, ya que contribuye a mantener la temperatura del motor en un rango óptimo de funcionamiento. Algunas de las funciones principales del termostato son:
- Regulación de la temperatura: el termostato controla el flujo de refrigerante hacia el radiador, lo que permite mantener la temperatura del motor en niveles adecuados.
- Ahorro de combustible: al asegurar que el motor opere a la temperatura óptima, el termostato contribuye a la eficiencia del combustible y al rendimiento del vehículo.
¿Cuándo es momento de reemplazar el termostato?
Sobre el momento exacto en el que una persona necesita reemplazar el termostato de su coche, e incluso de cuánto costaría un servicio de ese tipo, se habla con detalle en este artículo especializado en mecánica automotriz. Sin embargo, todas las personas deben saber identificar las señales que indican que el termostato del coche necesita ser reemplazado. Algunas situaciones que pueden alertar sobre la necesidad de cambio son:
- Sobrecalentamiento del motor: si el motor se sobrecalienta con frecuencia, podría ser un indicio de que el termostato no está funcionando correctamente.
- Cambios bruscos en la temperatura del motor: variaciones repentinas en la temperatura del motor pueden ser señal de un termostato defectuoso.
- Calefacción interna ineficiente: si la calefacción del habitáculo no funciona adecuadamente, el termostato podría ser el responsable.
- Temperatura del motor anormalmente baja: si el motor nunca alcanza la temperatura de trabajo normal, es probable que el termostato esté atascado en posición abierta.
Estos son indicios de que el termostato del coche podría estar fallando y que es conveniente considerar su reemplazo para evitar daños mayores en el motor y otros componentes del vehículo.
¿Qué considerar para cambiar el termostato del coche?
Si bien muchas personas pudieran animarse por cuenta propia a reemplazar el termostato de su coche, que en varios pasos se puede lograr, lo mejor siempre será delegar esta tarea en un profesional, o en un taller especializado, ya que tendrán maquinaria, tendrán un espacio para hacerlo de forma más cómoda, y sobre todo, tendrán mucha más experiencia en este asunto.
Uno de los puntos en contra de cambiar el termostato, es que se debe drenar el refrigerante y al instalar el nuevo termostato, asegurarse de que no queden fugas y quede todo bien sellado. Eso puede llegar a ser problemático o poco higiénico para muchas personas. Por eso, lo mejor es contratar un servicio específico para ello.
Aunque siempre existirán variaciones de distintos tipos, al contratar un servicio lo que se debe tener en cuenta son los costes asociados al mismo:
- En primer lugar, el termostato como tal, que puede ir desde los más económicos entre 15 y 20 euros, hasta los más costosos entre 80 y 100 euros.
- Luego está el tema de la mano de obra. La mano de obra es la parte más variable del asunto, ya que dependerá del modelo de coche, de la complejidad para realizar el trabajo, y puede ir desde los 50 euros hasta 150 euros o más, dependiendo también del taller donde se decida instalar.
El termostato pudiera no parecer esencial para el funcionamiento de los coches, sobre todo por lo pequeño que es y lo económico que puede ser su reemplazo. Pero, por ser el dispositivo más útil para mantener la temperatura de trabajo normal y segura del motor, que el termostato esté bien es una forma de garantizar tanto rendimiento como fiabilidad.