(dpa) – A la hora de redactar un currículum vitae para una solicitud de empleo hay que tener en cuenta que ciertas informaciones pueden ser todo un acierto, mientras que otras pueden resultar inapropiadas.
La información sobre los intereses personales es solo complementaria. Lo primero y más importante para el personal de Recursos Humanos es la aptitud profesional, que resulta de la experiencia y la formación profesional.
Por otra parte, incluir los pasatiempos puede contribuir a crear un cuadro completo que potencie las posibilidades del candidato para obtener un puesto determinado. «Dado que el solicitante tiene que ajustarse a la filosofía de la empresa, también se presta atención a la personalidad», señala Yasmin Kurzhals, miembro de la Asociación Alemana de Directores de Recursos Humanos y jefa de Personal de la entidad crediticia Auxmoney.
¿Qué significa esto para los candidatos a un puesto? Jochen Mai, autor y redactor jefe del portal online de empleo «Karrierebibel.de», recomienda comprobar la relevancia de la información antes de incluirla en el currículum: «¿Qué competencia social transmite la afición y en qué medida es importante para el trabajo en cuestión?», y pone como ejemplo un deporte de equipo o un trabajo voluntario, que siempre causan buena impresión.
Los solicitantes deben tener cuidado a la hora de incluir deportes extremos en su listado. «Añadir pasatiempos peligrosos puede llevar a que los directivos de Personal teman que el postulante tienda a correr riesgos innecesarios para su salud y, consecuentemente, también a tomar decisiones arriesgadas en el trabajo», explica Mai.
En cuanto a la conveniencia de indicar habilidades creativas o manuales, depende de la profesión. Mai destaca, en este contexto, las diferencias entre las habilidades blandas o sociales («soft skills») y las duras, es decir los conocimientos adquiridos en una formación profesional o estudio («hard skills»): «Las habilidades para la costura suman puntos en el sector de la moda, pero no deberían figurar en la lista de pasatiempos, sino en el apartado de habilidades especiales del currículum».
El experto añade que en este mismo apartado podría indicarse, por ejemplo, el uso intensivo de plataformas como Instagram si se presenta una solicitud en el sector de las relaciones públicas. Leer, reunirse con amigos, escuchar música, por otro lado, son pasatiempos «demasiado estándar y no lo suficientemente significativos», advierte Yasmin Kurzhals.
Ver Netflix, ir al cine o jugar videojuegos son pasatiempos que tienden a ser percibidos como pasivos o solitarios. Por otra parte, el dominio de un instrumento o el estudio intensivo de un género literario o cinematográfico específico pueden sumar puntos y, dependiendo del trabajo, sugerir rasgos de personalidad relevantes.
Kurzhals y Mai también están de acuerdo en que se pueden mencionar uno o dos éxitos concretos relacionados con el pasatiempo. Por ejemplo, una buena marca de maratón puede ser un indicador de que el candidato tiene una personalidad perseverante y orientada a los objetivos.
Según los asesores, un error muy común que suelen cometer los candidatos a un puesto de trabajo es mostrar un fervor excesivo cuando se aborda el tema de los intereses personales en la entrevista. Por lo tanto, Mai aconseja no hablar de los pasatiempos con más entusiasmo que del trabajo. Además, cuando se indican intereses y aficiones, no se debe mentir ni exagerar. Indicar la cocina como un pasatiempo, y luego no poder mencionar en la entrevista nada más que la receta familiar de una salsa boloñesa, puede volverse en contra del solicitante.
Si el candidato se atiene a la verdad, evalúa la relevancia de la afición antes de incluirla en el currículum y tiene, llegado el caso, el valor de dejar un espacio vacío, la información adicional puede ser decisiva para ser invitado a una entrevista.
Por Felix Klostermeyer (dpa)