Coblenza (Alemania), 2 oct (dpa) – Plantas amantes del calor, como los melones y la chía, podrían crecer frecuentemente en el futuro en la zona del Rin, según una estimación del Instituto Federal de Hidrología (BfG) de Alemania.
«También podría haber en el futuro más plátanos e higos, los típicos acompañantes de las orillas del río en el área mediterránea, y desplazar a saucedas», indicó el biólogo del BfG Peter Horchler a dpa en Coblenza.
En el marco del cambio climático, añadió que resulta probable que las «condiciones de desagüe» en el Rin puedan «cambiar de forma duradera hacia un régimen climático mediterráneo».
El biólogo explicó que las ventanas de tiempo con condiciones óptimas para el crecimiento de plantas como calabacines y melones podrían aumentar, de manera que también podrían dar frutos.
Horchler afirmó que se presume que las semillas llegan por ejemplo a través de plantas de tratamiento de aguas residuales y residuos de cocina por ejemplo de pequeñas huertas en el valle del Rin.
Con la histórica bajada del nivel del río en 2018, habían madurado tomates en bancos de grava. También aparecieron las sandías procedentes de África, aunque los frutos permanecieron de tamaño pequeño.
Según el experto del BfG Sebastian Flues, los bajos niveles de agua y, simultáneamente, el aumento de la temperatura del agua durante períodos de calor prolongados, aumentan considerablemente las necesidades de energía del metabolismo en los animales.
Flues puntualizó que esto puede conducir temporalmente a la muerte masiva de peces y mariscos. Asimismo aclaró que aún no se puede pronosticar qué especies animales podrían desaparecer a largo plazo del Rin como consecuencia del cambio climático y qué nuevas especies podrían establecerse.
Incluso cuando tras la llegada del otoño llueva otra vez frecuentemente, octubre es el mes promedio con menos agua en la zona del Medio Rin.
Anteriormente, la evaporación en el suelo y a través de las hojas de las plantas en la cuenca del río había consumido mucha agua. Según explica BfG, en los Alpes se suma que «en otoño frecuentemente hay heladas y precipitaciones que se convierten en nieve y hielo y no inciden en el flujo de agua».