Los mosquitos y sus picaduras tal vez sean de las cosas más incómodas por las que todas las personas han pasado alguna vez. Es un pinchazo que genera una molestia permanente, un ardor que va disminuyendo con el paso de las horas.
Durante las noches de verano, aparecen los mosquitos a la hora del descanso, lo que dificulta tener un sueño reparador por el constante zumbido que genera su sobrevuelo.
Estos incómodos insectos pueden transmitir una serie de enfermedades, que van desde el virus del zika, virus del Nilo occidental, malaria, dengue fever, chikungunya o parásitos del corazón, que de no ser tratadas a tiempo pueden generar cuadros clínicos complicados para el paciente.
Muchos países en desarrollo han informado sobre muertes relacionadas con estas enfermedades, especialmente entre niños, bebés y ancianos. En total, han sido descubiertas más de 3.000 especies de estos seres voladores, que pueden convertirse en una plaga si no se realizan las fumigaciones correspondientes.
Los mosquitos Anopheles, Tigre y el Aedes aegypti son de los más temidos en diferentes latitudes. Su reproducción se origina en aguas estancadas, donde las larvas consiguen multiplicarse y dar paso a los insectos.
Para entrar en detalles respecto a estos procesos, los expertos del portal lapicadura.com afirman que la forma más efectiva de contrarrestar la propagación de estos insectos es a través de campañas de sensibilización.
“La población debe gestionar la correcta disposición de los neumáticos (pues los utilizan para propagarse) y evitar tener recipientes con agua estancada, a menos que se cambie regularmente cada semana. Estos son espacios para una potencial reproducción del mosquito”, explican los expertos desde la página web.
Uso de repelentes
Una de las formas más ampliamente aceptadas para alejar a estos insectos es a través del uso de repelentes efectivos para las picaduras de mosquitos.
Estos pueden ser adquiridos en farmacias, tiendas de artículos deportivos o de actividades al aire libre. Los repelentes de mosquitos pueden venir en diversas presentaciones, que van desde las cremas hasta los aerosoles.
Los repelentes deben aplicarse en diferentes partes del cuerpo, especialmente en las zonas descubiertas, como brazos y piernas, para mantener alejados a los insectos.
Existen alternativas naturales que pueden hacerse en casa, sin embargo, estas fórmulas no cumplen con los estándares requeridos que garanticen un óptimo desempeño. Otro consejo a la hora de salir es utilizar manga larga y pantalones largos, con lo que la persona estará más protegida, aunque pasará un poco más de calor.
También se deben evitar las áreas donde puedan existir mayores concentraciones de estos insectos.
Aliviar la picadura
Por lo general, un mosquito tiene más probabilidades de picar en una zona del cuerpo que esté descubierta. Lo hacen para alimentarse con la sangre, extrayéndola mediante el uso de su saliva. Al sufrir la picadura, el área se inflama y se enrojece, lo que genera una sensación de calor y ardor.
Lo que ocurre, según los especialistas, es que la saliva genera una leve reacción alérgica en el cuerpo. La mayoría de estas picaduras las efectúan los mosquitos hembra, que necesitan conseguir nutrientes para sus huevos.
Una de las formas más utilizadas para aliviar estas picaduras es lavar el área con agua y jabón, y también se puede usar un poco de alcohol.
“En este punto, la recomendación es aplicar una crema con hidrocortisona, ya que es muy efectiva para estos casos. Si se emplean antihistamínicos y anestésicos tópicos, el alivio será rápido, pero temporal”, comentan los especialistas en el tema.
Otros productos de uso común son el gel de ibuprofeno, con el que se puede aliviar la hinchazón y el dolor en la zona afectada, y también el gel de xilocaína, que puede ayudar a eliminar el dolor en la superficie.
Una reacción muy habitual es que, una vez efectuada la picadura, la persona comienza a rascarse en la zona afectada, en un intento por aliviar el dolor. No obstante, la sugerencia es dejar de hacerlo, ya que las uñas contienen bacterias y eso podría conllevar a una lesión mucho más delicada.
En estos y en otros casos, la recomendación más aceptada es consultar con un farmacéutico o con un dermatólogo para un diagnóstico más preciso. Es importante recordar que si la picadura no mejora, es decir, si el área afectada sigue inflamada y enrojecida, será conveniente concretar una consulta médica, ya que es probable que la persona sufra una alergia, lo que requiere un tratamiento con un especialista.