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  • Despido disciplinario

    Despido disciplinario: qué lo ocasiona y cómo responder en diversos escenarios

    Dar por terminada una relación laboral, casi siempre, deja un sabor de boca amargo o agridulce. Especialmente, cuando la noticia de despido disciplinario llega a los oídos desde una posición de empleado. No obstante, este es un punto que también interesa analizar bajo una perspectiva profesional, ya que puede dejar lecciones importantes para todos.

    Despido disciplinario

    Para empezar, es fundamental aclarar que el despido disciplinario está regulado por el artículo 54 de los Estatutos de los Trabajadores, y el procedimiento que debe seguir la compañía a la hora de notificarlo, está sostenido por el artículo 55.

    Normalmente, se recurre a esta medida cuando existen una serie de comportamientos, considerados de gravedad para la empresa. Las faltas, por decirlo de alguna manera, serían el principal detonante para dar por terminado el contrato, y sin necesidad de pago. Esto ocurre de manera automática, salvo en algunos casos en los que deciden llevar el proceso a un escalón más arriba. Si es así, este despido puede declararse como nulo o improcedente.

    Para entender mejor estos conceptos, es oportuno seguir leyendo con detenimiento y prestar atención a cada detalle, pues nunca se sabe cuándo servirá de ayuda o de reflexión, según corresponda el caso.

    7 detonantes del despido disciplinario

    Los incumplimientos que afectan la relación laboral entre ambos, influyen en la comunicación, volumen de trabajo, y también cambian el estatus de las consideraciones y posibles oportunidades de ascensos en el futuro. De hecho, el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores indica las causas más cercanas del despido disciplinario.

    Faltas de asistencia

    La empresa puede argumentar dichos descuidos como una falta grave al compromiso adquirido, debido a que afecta de manera directa el buen funcionamiento de la compañía. Esto se resume en retrasos y ausencias, que sin mayor justificación, a mediano o largo plazo generan problemas de organización.

    Desobediencia

    Un trabajador que no sigue instrucciones de su jefe más directo o superior, que también rechaza las normas de conducta, y tampoco se adapta a la dinámica laboral, es un empleado que tiene todo el potencial de ser despedido.

    Las reglas deben ser transmitidas con claridad, desde el primer día, y si el personal es inducido a una repetición constante de las directrices, entonces, puede que lo mejor sea apostar por otro talento que tenga mayor disposición de escuchar todo el tiempo, y en momentos clave.

    Ofensas en el entorno laboral

    Caer en el terreno de comunicarse en un lenguaje no apropiado, puede ser contraproducente. Si hay algo que decir, lo más idóneo es encontrar las palabras y elegir expresarse con respeto en el momento adecuado. No obstante, cuando hay ausencia de entendimiento, suelen ocurrir ofensas verbales o físicas hacia los compañeros, y estas pueden ser consideradas socialmente inaceptables.

    De ser este el escenario, se da lugar a un despido inmediato para evitar mayores inconvenientes o daños permanentes en el ambiente de trabajo.

    Abuso de confianza

    El despido disciplinario también tiene lugar cuando el trabajador abusa de la confianza de alguno de sus superiores o recurre a prácticas desleales que pueden afectar la imagen de la compañía. En estos casos, lo más importante es respetar el contrato establecido, o en su defecto, manifestar el descontento a tiempo para evitar cualquier circunstancia desagradable para ambas partes.

    Disminución voluntaria de rendimiento

    Otra razón poderosa que puede ocasionar un despido disciplinario es el bajo rendimiento o disminución de la productividad, en tiempos donde la compañía requiere sostener o aumentar el ritmo de trabajo. En este punto, es importante demostrar en dónde se han cometido las faltas y especificar que ha sido de forma intencionada.

    Consumo de sustancias

    Por otro lado, el consumo habitual de alcohol o determinadas sustancias que tengan un efecto desfavorable en el trabajador, puede ser otra causa que justifique el fin de la relación laboral.

    Cabe destacar que para la empresa debe ser fundamental velar por la seguridad de todo el personal, y si existe una mínima amenaza a este sistema de salud, que solo pretende respetar los lineamientos de cuidados mínimos, entonces, tiene lugar un despido disciplinario.

    Acoso

    Una compañía moderna es aquella que protege a sus trabajadores de ofensas racistas, religión u orientación de género. Cualquiera que no acate esta norma podría ser excluido del equipo, por el simple hecho de sabotear el ambiente laboral de algún compañero, sin ninguna necesidad.

    3 formas de demandas que contempla el despido disciplinario

     

    El artículo 55 del Estatuto de los Trabajadores exige formalizar el despido disciplinario a través de una carta de despido. Este documento debe entregarse lo más pronto posible al empleado, una vez tomada la decisión, y además, tiene que especificar con palabras sencillas las causas y argumentos de dicho requerimiento.

    Aunque no requiere un preaviso, el empleado puede ser despedido en un tiempo desde los 60 días o 6 meses, desde que la compañía haya tenido conocimiento de la falta cometida.

    Sin embargo, en un momento de malos entendidos también se puede apelar al recurso de reclamar y firmar como no conforme. De este modo, queda claro que hay un desacuerdo, y se le otorgará a la persona un plazo de 20 días hábiles para iniciar la conciliación, ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC).

    De igual modo, hay que mencionar que, aunque este sería el primer paso para llegar a un acuerdo, en muchos casos, el despido termina siendo reconocido improcedente por parte de la empresa, y cuando es así, se le ofrece al trabajador una indemnización por ello.

    También suceden casos catalogados de injustos, en los que el trabajador presenta una demanda judicial, bajo los requisitos legales establecidos por el artículo 55 del ET. Es aquí cuando se muestran argumentos y pruebas contundentes para determinar el tipo de despido.

    Despido procedente

    El juez considera que las causas presentadas por la compañía se ajustan a la ley y están debidamente justificadas. Si es así, el empleado no tiene derecho a ninguna indemnización.

    Despido improcedente

    En este escenario, el juez considera que la compañía no ha presentado suficientes pruebas o irregularidades, o, por el contrario, no están correctamente justificadas. Si es así, corresponde hacer lo siguiente:

    • Readmitir al trabajador en su puesto de trabajo y abonar los salarios que habría percibido el trabajador desde el momento de despido.
    • Indemnizar al empleado al que le corresponden 33 días de sueldo por cada año trabajado, y el máximo de 24 mensualidades, si el contrato fue firmado a partir del 12 de febrero de 2012.  Para contratos anteriores a esa fecha, se calculan 45 días por año trabajado, con un límite de 42 mensualidades.

    Despido nulo

    Finalmente, el despido disciplinario puede ser considerado nulo. Para esto el juez tiene que comprobar que ha habido vulneración de los derechos que son fundamentales. Es aquí cuando la compañía se ve en la obligación de readmitir al trabajador y abonar los salarios que corresponden.

    En conclusión, enviar o recibir una carta de despido disciplinario acarrea una toma de decisiones importantes que no es oportuno tomar a la ligera. Si es considerada desde una posición empresarial o personal, sin importar las razones, debe prevalecer el respeto entre ambas partes para lograr una transición tranquila, que, a corto plazo, tendrá mejores beneficios para todos los implicados. En otras palabras, todo es posible desde la comunicación y el entendimiento.

  • Rutas y actividades bici Asturias

    Conoce las 10 mejores rutas para hacer en bicicleta por Asturias

    No hay duda que las actividades al aire libre pueden llegar a ser placenteras, especialmente si existen rutas aptas para recorrerlas en bicicleta. Tal es el caso de Asturias, una comunidad que se caracteriza por sus hermosos paisajes naturales.

    Rutas y actividades bici Asturias

    Lo mejor de todo es que, si te gusta el ciclismo, puedes realizar un recorrido por las distintas zonas de Asturias. Con ayuda de Bikestocks, hemos seleccionado las 10 mejores rutas para recorrer este principado en bicicleta y conocer más sobre cada uno de sus rincones.

    San Tirso de Abres – Ruta del Ferrocarril

    Dentro de la localidad San Tirso de Abres, está el famoso recorrido conocido como “Ruta del Ferrocarril”, el cual es un sendero de tierra que atraviesa túneles y áreas verdes. Se le llama así porque, antiguamente, se encontraban las vías del ferrocarril.

    Este trayecto es ideal para los principiantes, debido a que su superficie es llana y casi no hay desniveles. Cuenta con una extensión de 14 kilómetros en total (7 de ida y 7 de vuelta) y se estima que lleva unas tres horas y media completar el recorrido.

    La Senda del Oso

    Este sendero es considerado de los más verdes de España, por lo que también es conocido como “Vía Verde de la Senda del Oso”. Se puede empezar el recorrido desde Entrago de Teverga y culminarlo en Buyera de Santo Adriano. Por esa área se sitúa una reserva natural, donde viven las osas Molina y Paca que, cada tanto, se presentan al público.

    En sí, son unos 18 kilómetros que se pueden recorrer en bicicleta, cuesta abajo, en un promedio de dos a tres horas. También es posible partir de otros puntos alternativos como Proaza y Quirós, siendo así un total de 28 kilómetros.

    Senderos de Carbón desde ruta 8 hasta Flow-Trail

    Para aquellos ciclistas experimentados, la mejor ruta para recorrer Asturias es “Senderos de Carbón”, cuyo punto de inicio sería Laviana y culminaría en Sarambiello. La idea de este trayecto es recorrer la senda minera conocida como Flow Trail, que está situada por Navaliego y San Mamés.

    En cuanto a su extensión, se calcula que cuenta con una distancia de 31,7 kilómetros, sumándole la altitud que va de 1052 a 1183 metros. Si bien suena bastante agotador, lo que compensa es la vista panorámica que se tiene de los valles de Mieres, Aller, Langreo y Laviana.

    Vía Verde de la Camocha

    En sí, esta ruta se encuentra asfaltada, por lo cual es ideal para todo tipo de personas, independientemente de su estado físico. El punto de inicio es en Tremañes y sigue la antigua vía ferroviaria de Gijón, hasta llegar a La Camocha. A lo largo de sus 7 kilómetros, se podrá vislumbrar fincas, bosques, puentes y casas señoriales de paisajes pintorescos.

    Camino del norte Luarca – Mondoñedo

    Con una dificultad moderada para ciclistas principiantes, este trayecto va de Luarca a Mondoñedo y cuenta con diversos desniveles. Entre los sitios interesantes que atraviesa la ruta están las villas de Navia y Ribadeo, donde es posible hacer pausas para comer y descansar.

    La extensión es de unos 100 kilómetros, en donde hay diversos sitios de descanso y varias zonas interiores para conocer y explorar. El camino es bastante variado, ya que hay desde áreas asfaltadas hasta caminos de tierra y empinadas rocosas.

    Senda costera de Poo a Llanes

    Esta senda coincide con el Camino del Norte o de la Costa, por lo que es ideal para hacer algunas intersecciones entre rutas. Inicia desde la playa de Poo y atraviesa un largo trayecto de 9 kilómetros de extensión, conformado por acantilados y playas.

    Al finalizar el recorrido, se puede visitar el puerto de El Vao, donde hay diversas actividades para practicar surf y demás deportes acuáticos. Otros sitios interesantes para ver por los alrededores son la Ría de Niembru y la iglesia de Santa María de los Dolores.

    Vía Verde de Fuso

    En sus 18 kilómetros de ida y vuelta, la Vía Verde de Fuso cuenta con un extenso paisaje variado que va de lo rural a lo urbano. Empieza en el Parque de Invierno desde Oviedo y termina en el Fuso de la Reina. Lo bueno es que la ruta se encuentra asfaltada, por lo que es posible transitar tanto en bicicleta como a pie.

    Ruta Cangas de Onís – Lagos de Covadonga

    Si bien esta ruta ofrece buenas vistas para los ciclistas, hay que tomar precauciones en algunos tramos. Aparte, también hay áreas donde se prohíbe el acceso con bicicleta, especialmente en los parques naturales, por lo que sería necesario tomar caminos alternativos.

    De igual forma, la experiencia es bastante agradable, más aún para los viajeros experimentados que disfrutan de la naturaleza. El trayecto cuenta con una extensión de 15 kilómetros por carretera y una subida de 12 kilómetros por el lago de Covadonga.

    Ruta del Pico Escobín o Picayu

    Esta ruta cuenta con una extensión aproximada de 35 kilómetros, sin contar los desniveles y la altitud de algunos tramos. El recorrido más conocido por los ciclistas es el Pico Escobín, una subida que vale la pena realizar si se tiene experiencia en el deporte extremo.

    Aparte, también está conectado con el Camino de Santiago, ideal para hacer conexiones con otros trayectos. Varios de sus tramos están empedrados o son de tierra, pero también hay zonas asfaltadas debido a que lindan con las carreteras locales.

    Recorrido por el Parque y Reserva Natural de Redes

    Por último está el sendero del Parque y Reserva Natural de Redes, situado en Asturias. Este recorrido contempla un trayecto directo entre Coballes, Bezanes, Majada de Mericuenia y el Lago Ubales. Cuenta con una extensión de 50 kilómetros y se le considera un camino muy complicado, por lo que hay que estar bien preparado para transitarlo.

    En resumen, esta y las demás rutas de Asturias para andar en bicicleta presentan diversos desafíos. Lo ideal es contar con bicicletas aptas para todo terreno y averiguar la dificultad de cada tramo antes de emprender el recorrido.

  • productos personalizados

    Por qué los productos personalizados son esenciales para mejorar la visibilidad de tu marca

    La personalización de productos se ha convertido en una estrategia clave para las empresas que buscan destacar en el mercado. Expositores metracrilato e invitaciones personalizadas permiten a las marcas mostrar sus productos y eventos de una manera única, mejorando la visibilidad y creando una experiencia más profunda para los clientes.

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    Expositores metacrilato: la solución perfecta para una presentación clara y atractiva

    Los expositores metacrilato son una excelente opción para las empresas que desean presentar sus productos de manera clara y profesional. Gracias a su capacidad de personalización, estos expositores pueden diseñarse para adaptarse perfectamente a las necesidades de cada marca, lo que asegura una presentación coherente y atractiva en eventos y puntos de venta.

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    Invitaciones personalizadas para causar una impresión duradera

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    Las invitaciones personalizadas también pueden producirse en papeles de lujo o materiales creativos que refuercen el mensaje de la marca. La elección de estos materiales es clave para transmitir profesionalismo y calidad, dos factores que influyen en la percepción que los clientes tienen de la marca.

    Presentación sofisticada con expositores metacrilato

    Una de las principales ventajas de los expositores metacrilato es su capacidad para ofrecer una presentación sofisticada y moderna de los productos. La transparencia del material permite que los clientes vean los productos desde todos los ángulos, lo que mejora su experiencia de compra y refuerza la percepción de calidad.

    Además, los expositores metacrilato pueden personalizarse en cuanto a tamaño, forma y acabados, lo que permite a las empresas adaptar la presentación de sus productos a cualquier contexto, desde ferias comerciales hasta vitrinas en tiendas de lujo. Esta flexibilidad asegura que los productos siempre se presenten de la mejor manera posible, lo que genera un impacto positivo en los clientes.

    Otras opciones de personalización para maximizar el impacto de marca

    Expositores metracrilato e invitaciones personalizadas son solo dos ejemplos de cómo las marcas pueden personalizar productos para mejorar su visibilidad. Las empresas también pueden optar por una variedad de productos adicionales, como regalos promocionales o señalización personalizada, que refuercen su identidad en diferentes contextos. La personalización de estos productos permite a las marcas crear una experiencia de marca coherente y memorable para los clientes.

    Los beneficios de los productos personalizados para la lealtad de los clientes

    Los productos personalizados no solo mejoran la visibilidad de la marca, sino que también tienen un impacto directo en la lealtad de los clientes. Al ofrecer productos que reflejan fielmente la identidad de la marca, las empresas pueden crear una conexión más emocional con los consumidores. Esta conexión es clave para generar lealtad y convertir a los clientes en embajadores de la marca, lo que tiene un impacto positivo en el crecimiento a largo plazo.