Una de las relaciones más complejas que las mujeres llegamos a experimentar a lo largo de la vida, es la que forman la suegra y la nuera, ya que, lamentablemente, en la mayoría de los casos, las suegras, en su necesidad de no sentirse desplazadas y debido al miedo que les da perder la atención de sus hijos varones, suelen competir con las nueras por el “amor” de sus hijos.
Sin embargo, no hay actitud más tóxica e infantil que esta. Las suegras posesivas con sus hijos deben entender que, para empezar, el amor de madre y el amor de pareja, son amores distintos en cada caso. En segundo lugar, la madre, aunque siempre será la madre, debe comprender que los hijos también tienen derecho a hacer su vida y formar una familia, tal y como ellas lo hicieron en su momento. Y, en tercer lugar, la forma más sencilla de permanecer cerca de sus hijos, aunque muchas suegras no lo entiendan, es precisamente, manteniendo una relación sana y cordial con sus nueras, puesto que, enemistarse con ellas lo único que traerá será distanciamiento y discordia en la familia.
Por lo tanto, en aras de llevar una relación sana con tu nuera, es importante que tomes en consideración estos dos consejos:
Aceptar la independencia de tu hijo
La relación entre la nuera y la suegra va a depender siempre de la relación del hijo/marido con su madre. Cuando ese hijo no ha resuelto su complejo de Edipo, se puede prever que van a existir dificultades con la nuera, porque él seguirá muy unido a su madre.
Por otro lado, cuando la suegra es soltera, viuda o divorciada, tiende a aferrarse más a sus hijos para compensar el vacío afectivo que siente por el abandono de su expareja. Y, en consecuencia, le cuesta desprenderse de sus hijos y dejarlos hacer su vida. En estos casos se puede dar una cierta competencia entre la nuera y la suegra, que puede acabar en peleas y en el sufrimiento, incluso, del propio hijo que se ve en la necesidad de “escoger”.
Por eso, es súper importante que las suegras entiendan que su hijo y su pareja necesitan independencia, necesitan vivir su vida y tener privacidad.
La discreción de la suegra
Una política importante que debiera seguir toda suegra es dar la máxima libertad a su hijo y su nuera, ya que, cuando el hijo y la nuera no se sienten agobiados habrá una mejor disposición hacia ella.
Además, es muy importante que la suegra no se entrometa en la relación de su hijo con su pareja. Es la pareja la que tiene que decidir lo que quiere, cómo lo quiere y cuándo lo quiere.
Por otro lado, en los conflictos entre la pareja, los terceros sobran. Así que la suegra debe mantenerse al margen y no intervenir en la vida privada de su hijo. Claro que, una madre siempre puede aconsejar, pero una cosa es dar un consejo y otra muy distinta es imponer su voluntad o querer entrometerse.
En resumen, la discreción de la suegra es muy importante para mantener una relación cordial con su nuera y, además, en estos casos vale más ser inteligente e intentar “llevar la fiesta en paz”, que actuar de manera infantil y competir por el amor del hijo, porque al final, esta competencia absurda sólo traerá la separación del hijo con su madre o la separación de la pareja. Y, en ninguno de los dos casos, el hijo será feliz.
Por: Soraya Andreina Pérez Mohammed