Madrid, 27 abr (dpa) – La condena más suave de lo esperado a cinco acusados de violar en grupo a una joven de 18 años mientras lo filmaban desató una ola de indignación en España.
Decenas de miles de personas protestaron en las calles y todo el arco político mostró desde estupor a «asco». Ocho claves que explican la polémica:
Los hechos
Los cinco acusados, llamados «La Manada» por el grupo de WhatsApp que compartían, conocieron a la joven durante las fiestas de Sanfermines de 2016, la metieron en el portal de un edificio y abusaron de ella en grupo y de varias formas mientras filmaban los hechos. Luego le robaron el teléfono y la abandonaron en el lugar.
La sentencia
Aunque la sentencia leída el jueves reconoce esos hechos probados, condena a los acusados solo por abuso sexual y no por violación, al entender que no hubo «violencia ni intimidación», elementos requeridos por este delito. Una interpretación que contrasta con algunos pasajes ampliamente difundidos en la prensa española.
Los jueces indican, por ejemplo, que la víctima sintió «una angustia incrementada cuando uno de los procesados acercó la mandíbula de la denunciante para que le hiciera una felación» o refleja su «intenso agobio y desasosiego que le produjo estupor y le hizo adoptar una actitud de sometimiento y pasividad».
Otro pasaje de la sentencia añade que los acusados «utilizan a la denunciante como un mero objeto». «En las últimas imágenes grabadas, aparecía encogida, arrinconada contra la pared y gritando», concluye. A pesar de esa situación y de las lesiones que presentaba la joven, los jueces descartaron la violación.
El voto particular
Uno de los tres jueces se distanció incluso de la sentencia y votó por la absolución de los acusados al interpretar que la relación fue consentida como aseguraba la defensa.
Sus argumentos fueron otro factor que irritó a la opinión pública: el juez no vio en los videos ninguna prueba de «violencia, fuerza o brusquedad» sobre la víctima, sino «un ambiente de jolgorio y regocijo en todos ellos y, ciertamente, menor actividad y expresividad en la denunciante».
Los acusados
«El poder del lobo reside en La Manada», reza el tatuaje de uno de los cinco acusados. El apodo de «La Manada» encajó en los medios desde el principio con el carácter brutal y colectivo de los hechos denunciados.
No son los únicos: cuatro de los cinco amigos de Sevilla, sur de España, tienen pendiente un segundo juicio por abusar de otra chica el mismo año. Otro dato generó una conmoción adicional: entre los miembros de «La Manada», hoy de entre 26 y 30 años, hay un militar y un guardia civil.
El proceso
Antes de que se conociera la polémica sentencia, el juicio desató ya una fuerte controversia en España en especial por las preguntas a la víctima y las pruebas admitidas por el tribunal, entre ellas el informe de un detective que registró sus movimientos los días posteriores a los hechos o sus fotos en redes sociales.
Preguntada una y otra vez sobre por qué no presentó más resistencia física, la chica insistió en el juicio que estaba en «estado de shock» y que solo quería que la situación acabara cuanto antes. Colectivos feministas se manifestaron ya durante el juicio en noviembre contra lo que consideraban una «Justicia patriarcal».
El lugar
Los Sanfermines, inmortalizados por Ernest Hemingway en su libro «Fiesta», son una de las fiestas más populares e internacionales de España. La ciudad de Pamplona, en el norte del país, viene impulsando campañas para impedir nuevos casos de abusos o tocamientos en el desenfreno que acompaña los tradicionales encierros taurinos.
El momento
En particular desde la ley contra la violencia de género impulsada por el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, España vive un intenso proceso de toma de conciencia y reivindicación de la igualdad que se aceleró el último año. El 8 de marzo, millones de personas salieron a la calle y se unieron a una histórica huelga por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Las consecuencias
La condena virtualmente unánime de políticos, artistas y periodistas a la absolución de «La Manada» por violación dio respaldo a las masivas protestas en las calles de todo el país. El caso podría marcar un antes y un después: manteniendo su respeto a la Justicia, el Gobierno abrió hoy la puerta a revisar la tipificación de delitos sexuales en el Código Penal, que se remonta a 1995.
Por Pablo Sanguinetti (dpa)