Occidente sigue presionando a Rusia para que dé marcha atrás en Crimea

6030279wNaciones Unidas, 10 mar (EFE).- Las potencias occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU volvieron hoy a presionar a Rusia, aunque sin resultado, para que dé marcha atrás en Crimea y evite que el conflicto termine por tener importantes consecuencias globales.

Reunido por quinta vez desde que arrancó la crisis, el máximo órgano de decisión de las Naciones Unidas volvió dejar patente su impotencia ante los sucesos que se desarrollan en Ucrania.

«Los rusos no están mostrando ningún indicio de que estén escuchando lo que decimos. No sólo al Consejo de Seguridad, sino también a los jefes de Estado y de Gobierno», señaló al término del encuentro el embajador francés, Gerard Araud.

La reunión, según el representante galo, sirvió para enviar un nuevo mensaje a Moscú con el fin de que detenga el referéndum organizado en Crimea para el domingo y acepte negociar una salida política.

Araud defendió que la posible solución a la crisis está clara y pasa por la formación de un Gobierno de unidad en Kiev, por el envío de observadores a Crimea y por la celebración de elecciones.

Sin embargo, sobre el terreno «la situación empeora cada día», con el Ejército ruso reforzando sus posiciones en Crimea y haciéndose con el control de numerosas instalaciones militares ucranianas.

Para Francia, la crisis no hace más que deslizarse «hacia el peor escenario posible», que para París se materializaría si el referéndum en Crimea sigue adelante y Rusia se anexiona la península, lo que tendría «muchas consecuencias en las relaciones internacionales».

También advirtió de las repercusiones del posible «deterioro de la situación» el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien aseguró en un comunicado que el conflicto puede afectar a toda la región y «a la comunidad global».

«En esta encrucijada crucial no podemos permitirnos errores de cálculo o la inacción», aseguró el secretario general de la ONU, que subrayó que la solución debe ser pacífica y respetar la «unidad, soberanía e integridad territorial de Ucrania», tal y como señalan los principios de la Carta de las Naciones Unidas.

Los esfuerzos diplomáticos, en todo caso, han sido hasta ahora en balde y la desconfianza entre las partes no deja de crecer.

Rusia anunció hoy su intención de trasladar a Estados Unidos propuestas para resolver la crisis en Crimea por la vía política, a lo que Washington respondió pidiendo pruebas concretas de esa voluntad de diálogo.

De hecho, según el embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, la posición de Moscú no se ha movido en absoluto y el embajador ruso, Vitaly Churkin, mantuvo hoy su discurso en la reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad.

Churkin, que no quiso hablar a los medios, defendió en la sala el referéndum en Crimea como algo lógico y volvió a dedicar la mayor parte de su intervención a criticar la revolución que desalojó a Víktor Yanukóvich, según Lyall Grant.

Rusia, en todo caso, está cada vez más aislada, aseguró el embajador británico, que explicó que China subrayó hoy la importancia de mantener la unidad y la integridad territorial de Ucrania.

Pekín, habitual aliado de Rusia en el Consejo y que hasta ahora ha mantenido un perfil bajo en la crisis, es habitualmente contrario a los procesos separatistas, pues se enfrenta a reivindicaciones de ese tipo dentro de sus propias fronteras.

El presidente chino, Xi Jinping, mantuvo hoy una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Barack Obama, en la que según la Casa Blanca ambos coincidieron en defender la «integridad territorial» ucraniana frente a Rusia.

Las potencias occidentales insistieron hoy una vez más en que el referéndum convocado en Crimea para unirse a Rusia es ilegal y cualquier resultado que salga de él no podrá considerarse un reflejo de la opinión de la población.

Pese a la falta de avances, el Consejo de Seguridad podría volver a reunirse este jueves para escuchar al primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, quien hoy avanzó su voluntad de reunirse con el órgano.

La presidencia de turno luxemburguesa dijo no haber recibido por ahora ninguna solicitud en ese sentido, aunque tanto Francia como el Reino Unido adelantaron que apoyarán la celebración del encuentro.