Washington, 3 dic (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, dio un espaldarazo hoy a la apuesta de su homólogo de Colombia, Juan Manuel Santos, para lograr la paz negociando con la guerrilla de las FARC, y destacó también el «éxito» del Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral.
Tras una reunión de ambos en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Obama elogió ante los periodistas los «audaces y valientes» esfuerzos de Santos para conseguir una «paz duradera y justa» para Colombia.
«No es fácil, hay muchos desafíos por delante», subrayó Obama sobre el proceso de diálogo del Gobierno de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iniciadas en noviembre de 2012 en La Habana.
Según Obama, Santos dio el paso «correcto» con ese proceso, que ha logrado dos acuerdos parciales sobre desarrollo rural y participación política, al considerar que «envía una señal al pueblo de Colombia» del «enorme potencial» que existe si se puede superar un conflicto armado que dura ya medio siglo.
Por su parte, Santos agradeció el apoyo de Obama al proceso de paz, sostuvo que «va por buen camino» y señaló que el respaldo tanto de EE.UU. como de toda la comunidad internacional será «decisivo» para su éxito.
La visita de Santos a Washington se produce apenas dos semanas después de su anuncio de que se presentará a la reelección en 2014, por lo que la Casa Blanca ha matizado que la cita no debe interpretarse como un respaldo de Obama a la campaña de su homólogo colombiano.
No obstante, Obama resaltó hoy tras la reunión que la «influencia» tanto de Santos como de Colombia como nación «está creciendo» y eso, a su juicio, «es positivo».
En cuanto al TLC bilateral, que entró en vigor en mayo de 2012, Obama destacó el «éxito» de su puesta en marcha porque está «creando empleos» en ambas naciones, aunque indicó que hay «algunos detalles» en los que seguir trabajando.
De acuerdo con la Casa Blanca, el volumen total de comercio entre EE.UU. y Colombia ascendió en 2012 a 30.300 millones de euros.
Asimismo, las exportaciones estadounidenses a ese país crecieron un 19 % y 1.300 compañías colombianas exportaron bienes a EE.UU. por primera vez gracias al TLC.
Ante los periodistas, Santos afirmó que la relación bilateral en general «está en su mejor momento en muchísimo tiempo», y que la agenda de trabajo va más allá de la seguridad, el narcotráfico y los derechos humanos, asuntos que la dominaron durante años.
Como hizo el entonces presidente estadounidense John F. Kennedy al visitar Colombia hace 50 años y poner en marcha la llamada «Alianza para el Progreso», ahora se trata de «trabajar juntos» para construir una nueva «para la prosperidad y la paz que ayudará a toda la región», afirmó Santos.
«Hay muchas sinergias que podemos generar como resultado que conducirán a resultados positivos», añadió el mandatario colombiano.
Santos se centró también en resaltar la cooperación que mantienen ambos países para mejorar la seguridad en Centroamérica y el Caribe, y dijo que las acciones conjuntas en esta materia «se van a triplicar» hasta finales de 2014.
Dentro de su visita de tres días a EE.UU., Santos estuvo el lunes en Miami, donde defendió la existencia de una «nueva Colombia» construida en torno a la seguridad y la paz, la lucha contra la desigualdad social y la pobreza, y el crecimiento de la economía.
Hoy, tras su reunión en el Despacho Oval y un almuerzo de trabajo privado con Obama, Santos habló ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde reivindicó que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos sea más flexible con los casos de violaciones de los mismos en su país.
En opinión de Santos, «es necesario que se aborde el caso colombiano desde la perspectiva de un país en conflicto armado que está buscando lograr un acuerdo político» para «iniciar una fase de transición hacia la paz».
«Si se asumen posiciones fundamentalistas, posiciones rígidas, va a ser muy difícil llegar a ese final del conflicto. La justicia no debe ser nunca un obstáculo para el valor supremo de cualquier sociedad, que es la paz», argumentó el presidente.
Miriam Burgués