El reciente borrador del Decreto de Publicidad en el Juego de España pone a las claras las medidas que se llevarán a cabo por parte del Estado, para limitar en gran medida la aparición de anuncios de juego y casas de apuestas en todas las plataformas comunicativas existentes. Si ya de por sí era complicado que nuevas empresas entrasen a realizar esta actividad económica, con todas estas medidas se ponen más barreras para la irrupción en el mercado de nuevas plataformas.
Decreto Soft
Este Decreto será mucho más laxo de lo que hacía presagiar el programa electoral con la que se presentó la formación del Ministro de Consumo. Centrándose en horarios, personajes que aparecen en los spots, y promociones para atraer nuevos clientes. Analizando en profundidad dicho documento, no se toca en ningún punto la opción de limitar los operadores que ofrecen servicios en este sector.
Al contrario que en la mayoría de los países europeos, España no encuentra necesidad de poner límite a los operadores que pueden ofertar actividades de juego y casas de apuestas dentro de sus fronteras. Debiendo introducirlas, según muchas voces, ya que es una de las herramientas más efectivas para garantizar la protección en un sector analizado con lupa.
Por lo tanto, el número de licencias de operadores de juego sigue sin legislarse, como así puede apreciarse en la Ley 13/2011, de 27 de mayo, de regulación del juego. Sin embargo, en el Artículo 9 de esta misma Ley pone de manifiesto la obligatoriedad de obtener una de estas licencias por parte de las empresas interesadas en la actividad del juego, correspondiendo este hecho al Regulador Español, que conjuntamente con las Administraciones serán los que establezcan en plazo y forma los momentos para solicitar esos nuevos permisos.
Esta obligación de necesitar una licencia para poder entrar a ser oferente de la actividad del juego, es la primera barrera para que pueda incrementarse la competitividad en su seno en exceso.
Las peculiaridades del caso español
Pero el caso español en cuanto al sector del juego se refiere, tiene otras muchas más peculiaridades y otros hechos que despiertan recelo acerca de que una compañía pueda sumarse al sector del juego. Dos organizaciones, SELAE y ONCE, cuentan con privilegios notorios dentro del sector, respecto a las plataformas de casino online regulada por la DGOJ. Este hecho constituye un elemento disuasorio notable, ya que los nuevos operadores son conscientes de lo complicado que sería operar en un mercado con esta desigualdad manifiesta. Acrecentada con toda probabilidad el próximo verano, cuando se lleve a término el Decreto de Publicidad sobre el Juego, pendiente de aprobación y que ya ha presentado sus puntos clave a la opinión pública.
Si a todo ello le sumamos, que el 20% de las empresas que intentan entrar en este mercado fracasan en el intento antes de dar sus primeros pasos y hay que realizar un gran desembolso. Pone de manifiesto lo complicado que es el mercado español y las trabas existentes en él, con respecto a otros países del viejo continente.
El problema que suscitará la disminución ostensible de la publicidad en el juego a partir del próximo verano, creará más incertidumbre en todos los operadores existentes. Dificultando la promoción de las nuevas compañías que necesitan captar a clientes para que su actividad económica sea fructífera en España.
El sector del juego en España tiene sus peculiaridades legislativas, que no encuentran su espejo en ningún otro país del viejo continente. Pese a todo, esta actividad económica es una de las que más crece dentro de las fronteras españolas, siendo fuente de empleo y de generación de riqueza en una época tan necesitada de buenas noticias a nivel monetario.