LOS ÁNGELES (dpa) – De la grandeza de historias legendarias surgen grandes películas, biografías que emocionan por los logros de los personajes retratados, elevándolos a altares superiores a los ya tenían asegurados. Historias como la de James Brown, que ahora verá la luz con Brian Gazer y Mick Jagger como productores de «Get On Up».
La vida de esta leyenda del soul y el funk es la es un hombre atípico, carismático y de origen humilde. Nacido en un pequeño pueblo de Carolina del Sur, desde pequeño tuvo la intención de ser alguien en la vida, de que todo el mundo conociese su nombre. Como explicaba el propio Jagger en una entrevista con la revista «Rolling Stone», «James Brown es un hombre que surgió de la nada, que no era nada y que quiso ser alguien». Quiso triunfar y por eso trabajó duro, sobreponiéndose a muchos obstáculos.
Para retratarlo, Jagger y Gazer se decantaron por un actor como Chadwick Boseman, curiosamente nacido en una localidad del sur de Estados Unidos a pocas millas del lugar de nacimiento de Brown, que pudiera identificarse con el personaje. Es, además, un actor en pleno crecimiento, reconocido por la crítica por su brillante papel en «42», una historia de béisbol con una fuerte carga racial implícita, como la que tuvo que soportar Brown en su trayectoria.
La película refleja los orígenes humildes de Brown, que creció en una chabola de madera, tuvo que vagar por las calles pidiendo limosna para poder sobrevivir y sólo pudo estudiar hasta el séptimo grado de educación secundaria. A los 16 años, tras cometer un robo, pasó por la cárcel y acabó montando un cuarteto de gospel en la prisión. Después de convertirse en ídolo de masas, Brown se trasladó a Vietnam para dar apoyo a las tropas y se erigió en un activista involucrado en la educación de jóvenes afroamericanos.
La vida de Brown no solo fue motivo de inspiración para la comunidad afroamericana de Estados Unidos, sino para grupos foráneos, leyendas como los propios Rolling Stones de Jagger, que reconoce que «el padrino del soul» fue una influencia directa en cuestiones como la forma de conectar con el público, «la forma en que los conquistaba, la forma en que les decía lo que tenían que hacer».
Además, el célebre cantante británico se deshizo en elogios con el trabajo de Boseman, alegando que podrían haberse decantado por un actor de Broadway que tuviese experiencia como cantante y bailarín. «Es un papel muy difícil de hacer», dijo el intérprete de hits como «Satisfaction». «Chad fue el primero en decirnos que él no era bailarín, pero después de haber trabajado durante seis semanas en ello, se había metido completamente en el personaje».
Para el director, Tate Taylor, el hecho de que Brown y Boseman fueran de lugares cercanos fue un punto a favor definitivo, puesto que «ambos tenían un amplio sentido de protección del Sur». Explica, sin embargo, el actor de 32 años tuvo serias dudas sobre si iba a ser capaz de emular la figura de Brown. Hizo falta mucho apoyo por parte de la dirección y de sus compañeros.
Rodeando a Boseman hay un poderoso reparto que quiso formar parte de la experiencia de contar la historia de Brown en pantalla. Empezando por Dan Aykroyd en el papel de manager musical del cantante. También están Viola Davis como Susie Brown, Octavia Spencer como Aunt Honey y Nelsan Ellis como Bobby Bird, que creció musicalmente junto a Brown.
El resultado es una película con aspiraciones de lograr premios y de contar la verdadera historia de un hombre que hizo bailar al mundo con temas como «Get Up (I Feel Like Being) Sex Machine» o «Papa’s Got a Brand New Bag».
Por Liliana Martínez-Scarpellini