Managua, 17 jun (dpa) – Al menos 215 personas murieron en los últimos 60 días en Nicaragua desde el inicio de las protestas contra el presidente, Daniel Ortega, informó hoy la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
La muerte más reciente ocurrió hoy en Masaya, al este de Managua, donde un joven fue baleado por policías y paramilitares que intentaban incursionar en la ciudad que se mantiene bajo control de manifestantes y pobladores civiles.
«Tenemos hasta hoy 215 ciudadanos asesinados por el Gobierno y sus órganos paramilitares que están enlutando al país con una desmedida y brutal agresión», afirmó Álvaro Leiva, la ANPDH.
El Gobierno de Nicaragua sólo registra 46 muertos desde que comenzó el conflicto el 18 de abril, de acuerdo a datos de la policía.
El nuevo recuento de la ANPDH incluye a seis miembros de una familia, incluyendo dos bebés, que fueron quemados vivos el sábado dentro de su vivienda en Managua. Los vecinos dijeron haber visto a policías y paramilitares incendiar la casa, pero el Gobierno acusó a «delincuentes de la derecha».
Este domingo, una multitud que aún no sale de la conmoción asistió a los funerales de las seis víctimas. «Eran unos niños, no eran delincuentes», gritaron al paso del cortejo fúnebre.
En medio de llantos y gritos, familiares de las víctimas desmintieron la versión oficial de lo ocurrido, con la que el Gobierno intenta inculpar a los manifestantes.
«Nos tiraron bombas que explotaron dentro de la casa y se comenzó a quemar todo. Las turbas y la policía dispararon para que nadie saliera (de la casa). Los niños lloraban en la sala, mis familiares se quemaron vivos», narró una de las sobrevivientes al Canal 15 de televsión.
Ella junto a una hermana de 13 años, que está hospitalizada, lograron salvarse al saltar a un balcón de la vivienda de tres plantas, mientras escuchaban los gritos del resto de sus familiares.
La mujer negó que su familia fuera simpatizante del partido gobernante. «El Gobierno dice que mis padres participaban con los sandinistas y eso es una gran mentira. Solo somos militantes de Jesucristo», expresó.
Antonio Urrejola, relatora especial para Nicaragua de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dijo a través de Twitter que es «imperativo» investigar lo ocurrido, al tiempo que pidió «determinar responsables inmediatamente».
Por otra parte, la CPDH denunció una «campaña de odio» contra al menos cuatro sacerdotes católicos en Masaya, a quienes el Gobierno acusa de proteger a los opositores. El organismo señaló que tales acusaciones son falsas y que los religiosos han sido víctimas de «hostigamientos y amenazas de muerte».
La CPDH también informó sobre tres heridos en Masaya, a 25 kilómetros de Managua, y cinco detenidos con paradero desconocido en la vecina localidad de Nindirí.
También se reportaron varios heridos en Potosí, provincia de Rivas, al sur del país, durante un ataque armado de policías contra un tranque (bloqueo de carretera) de manifestantes.
Nicaragua cumple mañana 60 días de crisis, sin encontrar aún una salida al peor conflicto desde el derrocamiento del dictador Anastasio Somoza en 1979.
Más de 140 tramos de carretera se encuentran bloqueados por y unas 800 barricadas han sido levantadas en casi todas las ciudades del país. Los manifestantes exigen la renuncia de Ortega y de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
La crisis comenzó con una protesta estudiantil el 18 de abril, que se extendió tras la violenta respuesta de policías y fuerzas de choque del Gobierno.
Por Johnny Cajina (dpa)