Desde hace ya varios años las navidades en Venezuela son sinónimo de miseria y austeridad. La crisis económica que enfrenta el país ha invadido agresivamente cada hogar venezolano, desde el más humilde hasta el más acomodado; en Venezuela ya nadie se salva. Nadie está exento a sufrir las consecuencias de un gobierno corrupto que ha desangrado progresivamente la economía de la nación.
Para los ciudadanos venezolanos lamentablemente no hay nada que celebrar en esta época decembrina. La Navidad llegará arropada por un espiral hiperinflacionario, con un índice de precios que cerrará este año en 4.500.000%, y salarios pulverizados, lo que llevará a evitar el «lujo» de las fiestas y los regalos.
En Venezuela no hay luces de navidad que brillen, sólo hay rostros cansados y cuerpos desnutridos que buscan desesperadamente cómo subsistir. No habrá en las mesas de cada casa el tradicional “pan de jamón” y la tradicional “hallaca”, y en algunos casos, no habrá ni siquiera un vaso de coca cola. Para muchos, las navidades han dejado de existir y se han convertido en días corrientes como cualquier otro.
A los empleados no les alcanzará el aguinaldo para nada, y muchos padres se verán en la penosa situación de no tener nada que regalarles a sus pequeños. Es definitivamente una realidad desgarradora.
Pero por si eso fuese poco, las navidades también serán tristes para aquellos venezolanos que durante los últimos dos años han decidido emigrar de manera masiva a otros países. Hoy miles de hogares venezolanos están separados, y gracias a ello, las navidades “en familia” también se acabaron. Muchos venezolanos dicen: “Es que este gobierno hasta nos quitó la navidad”.
Es una tragedia la situación que enfrenta Venezuela y es asombrosa la indolencia del gobierno de Nicolás Maduro ante esta nefasta y cruda realidad.
Además, vale la pena recordar que esta navidad repleta de miseria llegará después de que hace unos meses el dictador, Nicolás Maduro, anunciara un paquete de medidas económicas que incluyeron un aumento de salario 35 veces superior al anterior, una reconversión monetaria y una nueva política tributaria.
El resumen de todas esas “medidas” es que ninguna sirvió para nada y la única verdad es que los venezolanos están más empobrecidos que nunca.
Para los economistas venezolanos, comerciantes y los dirigentes de oposición las medidas económicas de Nicolás Maduro en lugar de apaciguar la crisis económica han acelerado la caída de la economía venezolana hacia un precipicio cada vez más hondo.
No obstante, esta pesadilla no acaba aquí. Desafortunadamente una familia que no recibe remesas de algún pariente que se encuentre fuera del país no tiene ninguna capacidad de ahorro y sólo destina lo que gana para subsistir y si acaso para comer.
De acuerdo con expertos en economía, estas navidades serán muy duras y tristes para los venezolanos y el problema radica básicamente en el descontrol inflacionario que asfixia al país entero. Hablamos de una inflación que, lejos de detenerse, sube de forma acelerada pues lo que valía 1 bolívar a principios de año, costará 45.000 bolívares el 31 de diciembre.
Por otra parte, muchas empresas no tendrán la posibilidad de abrir sus puertas en enero debido a la grave crisis económica. Según la organización venezolana “Ecoanalítica” esta situación de hiperinflación se prolongará por otros seis meses y al menos el 30% de las compañías que hoy están operativas, dejarán de estarlo muy pronto. Es decir, la destrucción del aparato empresarial en Venezuela sólo puede traducirse en la destrucción de empleos formales y en una mayor caída de los salarios venezolanos.
La Comisión de Finanzas del Parlamento venezolano (de mayoría opositora) ha asegurado recientemente que el resultado del paquete de medidas de Nicolás Maduro es una multiplicación segura de precios «por 10» cada mes y para el año que viene la inflación va a ser mil veces peor.
Igualmente, para nadie es un secreto que los aumentos salariales no son la solución. Venezuela necesita un cambio económico estructural y de fondo. Aumentar el salario de los empleados públicos no resuelve la situación social y económica que padece el pueblo venezolano y que en este momento mantiene a la familia venezolana desesperada y exhausta.
En pocas palabras esta navidad será terrible para los venezolanos y lo más preocupante de todo es que si no hay ningún cambio substancial en el modelo económico que mantiene el gobierno venezolano, las navidades del 2019 serán diez veces peor. Sencillamente la situación del país es insostenible y el modelo socialista de Chávez y ahora de Maduro ha demostrado no servir para nada. Sólo ha traído pobreza y separación familiar para las navidades.
Y es que ciertamente es difícil explicarle al mundo cómo el país con las reservas más grandes de petróleo, el país con las reservas de gas más importantes del hemisferio occidental no tiene gas ni para cocinar.
Entre tanto, el descarado de Maduro le pide al pueblo “paciencia”, le pide al pueblo que ahorre en oro y en Petro y promete que seguirá impulsando la economía venezolana. Parece una broma de mal gusto, una pesadilla que cada vez es mas oscura y dolorosa.
Soraya Andreina Pérez