(dpa) – En ocasiones los perros pequeños suelen ser efusivos y se abalanzan sobre uno ensuciándolo. Y cuando se trata de perros de mayor tamaño puede resultar desagradable para algunos. Sin embargo resulta contraproducente enojarse o castigarlos.
En lugar de ello, los dueños de los sabuesos deberían prevenirlo ya desde que son cachorros. Si el pequeño animal le salta a uno encima, su dueño o dueña debería acuclillarse eseguida y hacerle mimos, recomiendan algunos expertos.
Si el perro ya es un poco más grande, ayuda abrirle las patas, guiarlo con las manos y recompensarlo con caricias. Y cuando se trata de animales que continuamente saltan, entonces solo sirve frenar todo tipo de diversión: el perro no recibe ningún tipo de atención, ningún juguete, ninguna golosina, ninguna caricia.
Cuando eso sucede, el dueño tiene que darse la vuelta sin decir una palabra y hacer otra cosa. Solo cuando la situación vuelve a la calma, se mira de nuevo al animal y se le presta de nuevo atención.
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