Buenos Aires, 12 oct (dpa) – El presidente argentino, Mauricio Macri, anunció hoy medidas para dar un nuevo impulso a la construcción de viviendas y aliviar la presión sobre la clase media de los créditos hipotecarios indexados por la inflación, en el marco de una ofensiva política para recuperar la iniciativa política en medio de la crisis.
Macri ya había lanzado el jueves un nuevo plan para incrementar las exportaciones, el sector más beneficiado por la fuerte devaluación del peso argentino este año.
Ahora, sumó medidas que aplican un tope a los aumentos de las cuotas de los créditos hipotecarios «UVA» que tomaron más de 100.000 familias en los últimos años, cuando hubo una explosión en el rubro porque hasta entonces los créditos eran casi inaccesibles para los trabajadores con salarios medios.
Los créditos hipotecarios expresados en UVA (Unidades de Valor Adquisitivo) se ajustan por el Coeficiente Estabilización de Referencia (CER), que refleja la inflación, que este año sufrió una fuerte escalada y que en todo 2018 superaría el 40 por ciento. El problema es que los salarios no subieron este año al ritmo de la inflación, por lo que las familias sentirán más la carga del pago de la hipoteca.
De acuerdo con el plan oficial, las cuotas mensuales de pago «no van a superar en más de diez puntos la diferencia entre la inflación y el coeficiente de variación salarial».
«Muchos empezaron a temer que se disparen las cuotas y el crédito se torne impagable. Por eso hemos puesto un tope a los aumentos para darle previsibilidad», explicó el presidente argentino.
Por otra parte, el Gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley para reglamentar el sistema de alquileres de viviendas, que facilitará el acceso a garantías bancarias, establecerá que las comisiones quedarán a cargo del propietario, y el plazo mínimo de contratación pasará de los dos años actuales a tres.
Macri anunció además que habrá exenciones de impuestos para el sector de la construcción y se lanzarán 500.000 créditos a tasa subsidiada para hacer reformas en viviendas, con descuentos en la compra de materiales.
Los anuncios se hicieron en medio de una de las crisis más profundas del Gobierno de Macri desde su asunción en diciembre de 2015, con los niveles más bajos de apoyo popular y una economía en recesión que se agravó con una devaluación de casi el 50 por ciento del peso después de que el tipo de cambio frente al dólar tuviera una variación de casi un 100 por ciento.
A la fuerte alza de la inflación se sumaron además tasas de interés con niveles que superan el 70 por ciento anual, al tiempo que en los últimos meses empeoraron los índices de pobreza y desocupación y todo indica que la situación social no mejorará en el corto plazo.