Usar mascarillas es una de las recomendaciones de los expertos para impedir la propagación del Covid19 y que se vuelva a incrementar descontroladamente la curva de contagios. Su uso se ha vuelto obligatorio en muchos países. Concretamente, en España, es prácticamente obligatoria usarla en cualquier lugar que no sea el ámbito doméstico. Como complemento obligatorio en el que se ha convertido, por seguridad y para evitar sanciones, no han tardado en aparecer mascarillas de colores para crear tendencias y moda
Las mascarillas en estos tiempos son los grandes aliados para enfrentar al Covid -19. Su recomendación de uso masivo ha pasado a ser de carácter obligatorio en España, salvo contadas excepciones. Para circular en espacios públicos, forman parte de los principales métodos de prevención y no llevarla supone sanciones de cantidades elevadas.
La sociedad actual es eminentemente visual y aprovecha cualquier ocasión para crear combinaciones, mejorar estéticamente, o adaptar los elementos al diseño de una corporación. De este modo las mascarillas se han transformado en simples objetos para la salud, en algo más, en un complemento más en el vestir.
La moda ha llegado con las mascarillas de colores
En pleno siglo XXI, donde la imagen tiene un papel social tan importante, no es de extrañar que en tan poco tiempo las mascarillas de uso obligatorios se hayan transformado en un objeto de moda.
Sin olvidar ni dejar de lado la función esencial que cumplen, no está de más convertirlas en prendas atractivas, que puedan combinarse con la ropa que se viste, personalizando el look, como ocurre con la mascarilla de colores. En los entornos de trabajo dedicados a la moda, los salones de belleza, peluquerías, salones de tatuajes… han sido donde antes han llegado, recibido con un gran éxito por parte de empleados y clientes.
Por un lado, dan un toque de color que nunca viene mal para iluminar estos días tristes. Por otro lado, sirven para unificar a la plantilla, ya que se puede combinar con el color del uniforme, y de este modo los clientes pueden identificar a los empleados en cuanto llegan al lugar.
Usar mascarillas de colores en los negocios mejora exponencialmente la imagen de la empresa. Por este motivo, su uso ya se ha extendido a otros sectores, como los supermercados o restaurantes, y cada vez son más los ciudadanos que utilizan mascarillas quirúrgicas de colores para combinar con su look de cada día.
Por qué usar mascarillas quirúrgicas de colores
El principal motivo para utilizar las mascarillas de colores es la protección que ofrecen, este caso el mismo grado de protección que ofrecen las mascarillas quirúrgicas tradicionales en el entorno sanitario. Se trata de evitar contagiar a lo demás impidiendo que las gotitas de fluidos al hablar de sus portadores entren en contacto con sus interlocutores. De este modo, se reduce el riesgo de que las personas contagiadas, incluso las asintomáticas, pongan en peligro la salud del resto de la población.
En segundo motivo es puramente estético. Puede parecer algo superfluo, pero no es menos cierto que la crisis sanitaria del coronavirus está teniendo duros efectos a nivel psicológico en la población. De este modo, quitar algo de hierro y convertirlas en un complemento más estético puede resultar altamente beneficioso para la salud emocional colectiva.
Ofreciendo un amplio abanico de colores y estampados entre los que elegir, se permite a los ciudadanos adquirir un look más personalizado y humanizado. El miedo está latente y se aprecia en cada movimiento de los ciudadanos. Los trabajadores que están cara al público, por otro lado, también viven un temor constante a ser contagiados, pues su exposición es mucho mayor. A nivel psicológico las mascarillas de color rebajan ese temor constante.
La importancia de utilizar la mascarilla correctamente
Las autoridades sanitarias advierten de que el uso de la mascarilla es una de las principales medidas que se tienen a día de hoy para evitar la propagación del coronavirus. Sin embargo, insisten en la necesidad de que sea usadas correctamente por la ciudadanía.
Los pasos a seguir para garantizar la seguridad son los siguientes. Antes de colocarla, se deben lavar las manos para tenerlas totalmente limpias antes de manipularla. Del mismo modo, se hay que volver a lavar las manos tras su uso, pues al tocarlas hay riesgo de exposición. Mientras se lleve puesta, no hay que tocarse la cara, especialmente evitando el contacto con los ojos, ni ir recolocando o quitando y poniendo la mascarilla.
En caso de que sean mascarillas reutilizables, se seguirán las medidas higiénicas apropiadas para su desinfección indicadas por el fabricante antes de volver a utilizarlas. Si se trata de mascarillas desechables, se tirarán al contenedor de la basura, nunca se dejarán en ninguna zona pública.
¿Qué dice la OMS?
La OMS (Organización Mundial de la Salud) insiste en la necesidad de combinar el uso de la mascarilla con las otras medidas de seguridad, pues su uso aislado no es suficiente.
Entre esas medidas se destaca el lavado frecuente de manos con agua y jabón, o con una solución a base de alcohol en caso de que esto no sea posible. A la hora de toser o estornudar, se debe cubrir la boca con el codo y los pañuelos desechables han de ser de un solo uso.
El distanciamiento físico y evitar lugares concurridos es la medida de seguridad más efectiva. Manteniendo la distancia de seguridad de metro y medio con el resto de la población, se evita respirar las gotitas contaminadas con el covid19, y que este no se transmite por el aire y su medida de alcance suele rondar esa distancia.