Múnich, 15 jul (dpa) – Unos 11.000 madrugadores se dieron cita hoy en el parque más famoso de Múnich, el Englischer Garten (Jardín Inglés), para bailar danzas típicas.
Como ocurre cada año, personas de todas las edades ataviadas con los trajes bávaros, los coloridos vestidos de amplio escote y los pantalones de cuero, bailaron al son de polcas y valses al despuntar el alba.
El tradicional baile comenzó a las dos de la madrugada con un tentempié. Los participantes se sentaron en larguísimas mesas con candelabros en las que los esperaban panecillos, embutidos y café, además de la infaltable cerveza.
La música comenzó a sonar a las seis de la mañana. Los maestros bailarines Katharina Mayer y Magnus Kaindl mostraron sobre un escenario los pasos de los bailes populares bávaros a los menos avezados y los foráneos.
El baile «Kocherl» data del siglo XIX. En esa época, los empleados domésticos, los «Kocherl» (cocineros), se reunían en el parque para bailar. El horario tan temprano se explica porque debían regresar a trabajar a más tardar cuando los señores de la casa volvían de misa.