Antes de definir lo que es esta condición, hay que entender un concepto previo. Se define una lesión degenerativa como una afección en la que ocurre un proceso en el que las células se van desgastando con rapidez, por lo que los tejidos y órganos afectados empeoran a lo largo del tiempo.
¿Qué es la condropatía rotuliana?
También conocida como síndrome de dolor femoropatelar, se trata de una lesión degenerativa en la que se ve afectado el cartílago de la parte de arriba de la rótula, la articulación de la rodilla. Es una enfermedad crónica que puede llegar a ser muy dolorosa e incapacitante.
Esta lesión aparece en adolescentes y adultos jóvenes como consecuencia de la sobreexigencia de la rótula al haber levantado objetos demasiado pesados, sobrecarga o movmientos repetitivos. Mientras, en personas mayores la lesión es causada por enfermedades degenerativas como la atrosis porque las mismas tienden a desgastar el cartílago articular. Sin embargo, hay varias otras causas.
¿Qué causa la condropatía rotuliana?
En general, se cree que el sobreuso de las articulaciones es la otra causa principal de la lesión. Por ejemplo, es algo que suele ocurrir en jugadores profesionales de fútbol, en fisicoculturistas y en maratonistas. Personas en cuyo trabajo se requiere un movimiento repetitivo de la rótula también son propensas a ello.
Sin embargo, existen más razones por las que puede aparecer. Entre las causas más comunes están las mecánicas, que es cuando ocurre una desalineación de los huesos que forman la articulación y se generan roces que no deberían existir, por lo que se desgasta el cartílago a lo largo del tiempo.
También podría ocurrir como consecuencia de un traumatismo. Después de fracturas, contusiones condrales y golpes fuertes en la rótula, podría persistir la lesión en el peor de los casos, probabilidad que aumenta si no se trata el trauma a tiempo y de la forma apropiada.
Además, hay factores que contribuyen a la degeneración crónica del cartílago, como pueden ser los siguientes.
- Atrofia muscular.
- Sobrepeso.
- Uso de calzado de forma inadecuada.
- Anormalidades estructurales de la rótula por nacimiento.
- Piernas de diferente largo.
- Acortamientos en los músculos de la parte posterior de los muslos.
- Curva muy pronunciada en la columna vertebral.
- Alteraciones en la forma de caminar o correr.
¿Cómo saber si la padezco?
Únicamente un médico traumatólogo está en la capacidad de diagnosticar la condición, y de determinar la causa. Es importante no hacer un autodiagnóstico con antelación, sino más bien acudir al médico en caso de presentar uno o varios de los siguiente síntomas y esperar a su veredicto antes de tomar acción.
Los síntomas principales son los siguientes, aunque pudieran aparecer otros si hay alguna enfermedad que causa la lesión.
- Dolor en la cara anterior de la rodilla. Puede ser constante o solo aparecer con la actividad física, aunque simpre empeora al subir y bajar escaleras o al correr en superficies demasiado duras. El dolor también empeora con el frío, y al mantenerla flexionada durante mucho tiempo (como al conducir o estar sentado). En estos últimos casos, también se presenta una sensación de rigidez y dificultad para extender la rodilla.
- Roces y chasquidos en la rótula. Sucede al extender o flexionar la rodilla, y el sonido proviene sobre el fémur por lo general.
- Debilidad en los cuádriceps. Esto se acentúa en el vasto interno, y puede empeorar hasta originarse una atrofia muscular si no se trata a tiempo.
- Acortamiento de la cadena muscular posterior. Esto altera la biomecánica del fémur y la rótula, razón por la cual suele aparecer cambios ligeros en la forma de caminar de la persona.
Para hacer el diagnóstico, se utilizan herramientas para detectar un síndrome femoropatelar, que sirven para detectar cualquier anomalía en el cartílago de la rótula. También se puede apreciar la degeneración en radiografías y resonancias magnéticas.
El rol de la magnetoterapia
No existe una cura para esta lesión porque el daño en los tejidos ya estará hecho, a menos que se ataque directamente la causa. Sin embargo, se pueden apaciguar considerablemente los síntomas con la magnetoterapia. La magnetoterapia ha demostrado su eficacia para tratar la condropatía rotuliana. Consiste en la implementación de campos electromagnéticos pulsados (CEMP), con el objetivo de estimular la generación de las células.
Uno de los dispositivos más utilizados para el tratamiento es el kit LaMagneto X + cilindro. Funciona muy bien porque cualquier persona lo puede comprar y seguir el tratamiento por cuenta propia siguiendo las instrucciones de su médico. El solenoide cilíndrico que acompaña este kit es especialmente útil porque permite tratar directamente la zona afectada y de una forma cómoda para el paciente.
Otras aplicaciones
Existen otras aplicaciones de la magnetoterapia porque su función es la de ayudar a la regeneración de los tejidos. Funciona muy bien para tratar cualquir patología en la que los síntomas principales sean dolor intenso, inflamación o desgaste del tejido. Es por ello que se utiliza con frecuencia para tratar diferentes tipos de artrosis, e incluso para ayudar en la cicatrización de heridas.
Un punto positivo de este tipo de tratamiento es que es muy fácil de implementar y no tiene apenas riesgos. El equipo de magnetoterapia domiciliaria I-Tech Mag es perfecto para tratar prácticamente cualquier patología, ya que tiene la opción de configuración manual además de venir con programas predefinidos. Si estás interesado en este equipo estás de enhorabuena porque durante Black Friday podrás encontrarlo con un descuento de 50 euros en la página web de Magnetoterapia EM.