Las últimas elecciones a la presidencia de los Estados Unidos nos han dejado anécdotas de todo tipo, entre ellas una vinculada a España. Y es que los vascos han tenido cierto protagonismo en estas elecciones después de conocerse que en Boise, capital de Idaho de unos 200.000 habitantes, la comunidad vasca ha votado mayoritariamente por Joe Biden.
Con el 100% de los votos escrutados, Donald Trump se ha hecho con el 50,4% de los votos. Los vascos, que mayoritariamente viven en el condado de Idaho Falls inclinaron la balanza allí a favor de Biden que se hizo con el 70% de los votos.
Idaho es uno de los estados más “tranquilos” de EEUU. La actividad principal es la agricultura y la ganadería.
Los primeros vascos que llegaron hasta allí lo hicieron a finales del siglo XIX tras probar suerte como buscadores de oro en California. Inmediatamente se vincularon al pastoreo y se asentaron en el territorio. De esta forma se generó una especie de efecto llamada que abrió esta línea de emigración entre el País Vasco e Idaho. De hecho, el censo del estado permite a los ciudadanos identificarse como vascos en lo referente a su ascendencia.
Boise cuenta con una parte muy importante de la ciudad dedicada a la cultura vasca, incluidos restaurantes, museo y frontones.
Boise cuenta también con un colegio que ofrece educación en euskera o vasco a los más jóvenes. No podían faltar tampoco las peñas del Athletic de Bilbao.
Cada 5 años se celebra el Jaialdi, una fiesta que se apodera de Boise en la que se celebran las raíces vascas del territorio. Durante la fiesta se bebe kalimotxo y se come paella – a pesar de que precisamente ésta no es algo representativo de la cultura gastronómica vasca- . En total se reúnen más de 40.000 vascos en Boise y cuentan de forma asidua con la presencia de políticos vascos del PNV.