Por Simone Andrea Mayer (dpa) – En tiempos de crisis económica, los soñadores suelen pasarlo mal. Con esta afirmación, el Instituto Alemán de la Moda (DMI) comienza su informe de tendencias sobre la moda para el otoño y el invierno. Una mirada al catálogo para señoras confirma esta sombría perspectiva: mientras que en la primavera la ropa era colorida y tenía un aspecto alegre, ahora ha llegado la gris realidad. La ropa se vuelve más oscura.
Los tonos que se van a poner de moda son aquellos que también exhibe la naturaleza cuando las flores del verano se han marchitado: un naranja otoñal, burdeos y un verde intenso, pero también el gris de la niebla y un negro como la noche de invierno. Y también se puede explicar la tendencia de aplicaciones de metal y detalles dorados: se combinan perfectamente con la Navidad.
«Los looks son cada vez más elegantes, reducidos y con una afinidad a la funcionalidad», señala el informe de tendencias del DMI. En vez de volantes y cortes alegres, la mujer lleva formas y líneas rectas.
«Mucho cambia en los diseños y telas», dice la asesora de imagen Silke Gerloff. La moda femenina busca atraer la atención, todo un acontecimiento nuevo. Varias telas se combinan aparentemente sin orden ni concierto. Seda con lana, mate con brillo, piel con raso, ejemplifica Gerloff. La tendencia incluye pieles especialmente rizadas.
Para la asesora de moda Ines Meyrose, lo peculiar es que no sólo se cosa una tela encima de otra, sino que se juntan prendas cosiendo varias piezas de telas de diferentes calidades. «Esto es muy ostentoso», dice Meyrose. Las estampas muestran imágenes realistas, que también pueden estar fuertemente desfigurados o cuyos colores pueden estar desbordados. En un vestido de Louisa Cerano se puede ver arte de collage con un parterre de fino corte y un paisaje selvático con helechos, todo ello en colores intensamente verdes. Marc Cain muestra en una camiseta un paisaje fluvial nevado con cisnes pintado de color rosa.
Un posible éxito permanente son las estampas de animales, que en la publicidad comercial se ofrecen con el término inglés «animalprint». Aparecen en cada temporada, especialmente en verano. Ahora también se encuentran en las colecciones de invierno de varios fabricantes. «En la parte de arriba aparece un león y abajo estampas de selva», dice Gerloff mencionando un ejemplo. Comma tiene en su colección una prenda con una parte de arriba que se asemeja a la piel de un leopardo suavemente dibujada y con el color marrón deslavado en la mayoría de los sitios.
Todavía tiene una demanda el contraste entre lo estrecho y lo ancho. Esto vale especialmente para los pantalones estrechos, que en parte se ajustan mucho al cuerpo y que ya están de moda desde hace algunas temporadas, convirtiéndose prácticamente en un éxito permanente, explica el presidente del DMI, Gerd Müller-Thomkins. Esos pantalones requieren de una parte superior ancha o partes hechas a punto con hilo grueso y lazos grandes.
Si el otoño es más caluroso, la mujer lleva, según la propuesta de los diseñadores, chaquetas de moto cortas, ajustadas, negras y pesadas, muchas veces con una cremallera (cierre) diagonal. «Para romper el estilo, se combinan con prendas contrastantes, para que no se tenga la impresión de que la mujer acabe de bajarse de la moto», dice Meyrose. Un ejemplo es lo que tiene Minx en su catálogo: la modelo lleva junto con la chaqueta de cuero una fina falda campana y una prenda rosa para la parte de arriba. Sisley utiliza brazaletes con remaches y una chaquete de moto con una estampa florida en la parte delantera que da un toque femenino.