Bogotá, 9 nov (dpa) – Los estudiantes de universidades públicas de Colombia rechazaron hoy los actos de violencia que tuvieron lugar durante la marcha del jueves en Bogotá, donde se pretendía protestar de manera pacífica por el presupuesto que el Gobierno de Iván Duque dispuso para el sector educativo.
«Todo tipo de acción violenta sabotea nuestro objetivo final de defender las universidades públicas. Estamos rechazando contundentemente la violencia tanto de los infiltrados encapuchados como de la policía antidisturbios hacia la marcha pacífica», indicó Alejandro Palacio, líder estudiantil y uno de los organizadores de la movilización.
Los universitarios anunciaron una nueva marcha para el 15 de noviembre para exigir una reunión personalmente con Duque, pero el mandatario respondió diciendo que no hay más recursos para invertir en la educación.
“Esto es un ejercicio de hablarle al país con sinceridad sobre la disponibilidad de recursos. Ustedes (estudiantes) han venido hablando con la ministra y le han dicho que están exigiendo 500.000 millones (155 millones de dólares) antes de finalizar el año, pero no los hay”, dijo Duque desde un encuentro con la comunidad en el selvático departamento del Amazonas.
Duque instó a los universitarios a volver a sentarse en la mesa de negociación con el Ministerio de Educación y levantar el cese de actividades en el que están desde el 11 de octubre las 32 universidades públicas del país.
El objeto de la protesta era reclamar que se salde un déficit acumulado en los últimos años en la educación pública que asciende a 3,2 billones de pesos (un poco más de 1.000 millones de dólares) en funcionamiento y a 15 billones de pesos (4.900 millones de dólares) en infraestructura.
En la manifestación del jueves participaron además las centrales obreras, que protestaron por una reforma tributaria que impulsa el Gobierno para gravar casi todos los productos de la canasta familiar.
Según las autoridades de la capital colombiana, 1,5 millones de personas se vieron afectadas por los actos de violencia que se registraron al caer la tarde. Estaciones de buses, locales comerciales y medios de comunicación amanecieron con daños en su infraestructura. Además, 12 policías resultaron heridos y 18 personas fueron detenidas.
La Policía indicó que tiene indicios de que la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional) tiene infiltrados en las universidades públicas para organizar los desmanes y provocar el caos durante las manifestaciones.
El comandante de la Policía de Bogotá, Hoover Penilla, dijo en rueda de prensa que información de inteligencia indica que hay «personas que están utilizando los claustros educativos no con el fin de capacitarse, sino para llevar a cabo situaciones de perturbación, de vandalismo, y están ligados con el ELN».
