Washington, 13 nov (dpa) – Los crímenes de odio en Estados Unidos crecieron en 2017 por tercer año consecutivo, algo sin precedentes en la historia reciente, según los datos publicados hoy por el FBI.
El aumento fue del 17 por ciento, hasta 7.175, según el informe realizado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI). En 2016 fueron 6.121 los reportados.
Las cifras, no obstante, son incompletas, ya que se basan en los delitos de los que los departamentos de policía informan al FBI. Este año fueron más los que enviaron sus cifras al buró federal que el año pasado.
De 7.175 crímenes de odio reportados, casi tres de cada cinco tuvieron la raza o la etnia como motivación; uno de cada cinco, la religión.
En total, 2.013 fueron contra personas negras y 938 contra judíos. La cifra de delitos de odio contra personas por su orientación sexual ascendió a 1.130.
Estas cifras se interpretan como una prueba de la polarización existente en Estados Unidos. Ha crecido desde 2016, el año de las últimas elecciones presidenciales, que ganó Donald Trump tras una campaña electoral llena de tensiones.
El fiscal general en funciones, Matthew G. Whitaker, se mostró especialmente preocupado por el aumento, en un 37 por ciento, de los delitos de odio antisemitas, los más comunes por razones religiosas.
Hace un mes, Estados Unidos vivió el peor ataque antisemita de su historia: el tiroteo en una sinagoga de Pittsburgh que dejó 11 muertos y seis heridos.
Las estadísticas del FBI se basan en los reportes voluntarios de 16.149 de departamentos policiales locales. En el reporte del año previo, las cifras fueron ofrecidas por 15.254 agencias. Organizaciones de derechos civiles aseguran por ello que estos datos son solo la punta del iceberg.