Washington (tca/dpa) – Dos hombres de Nueva Jersey acusados de agredir al agente de la policía del Capitolio Brian Sicknick y a otras personas durante la insurrección del 6 de enero en Washington seguirán bajo custodia a la espera del juicio, según dictaminó el martes un juez federal, a pesar de las pruebas que ponen en duda ciertos aspectos del caso del gobierno contra ellos.
Julian Khater, de 32 años, y George Tanios, de 39 -que crecieron juntos en New Brunswick antes de trasladarse a State College y Morgantown, Virginia Occidental, respectivamente- han estado entre rejas desde su detención en marzo.
Pero en las audiencias celebradas durante las dos últimas semanas, los abogados de ambos hombres intentaron convencer al tribunal de que sus clientes no eran más peligrosos que otros innumerables alborotadores del Capitolio que han sido puestos en libertad bajo fianza.
En el caso de Khater, 16 familiares se ofrecieron a poner 15 millones de dólares en propiedades como garantía en caso de que el juez lo liberara. Por su parte, la abogada de Tanios, Elizabeth Gross, consiguió que los fiscales admitieran que uno de los aspectos más llamativos de su caso ya había demostrado no ser cierto.
Inicialmente, los abogados del gobierno habían alegado que Khater y Tanios se dirigieron juntos a Washington el 6 de enero, parando en el camino en un concesionario de armas para recoger el spray para osos que Khater utilizó más tarde para rociar a Sicknick y a otros dos oficiales mientras una turba rebelde se abría paso en el edificio del Capitolio.
Pero desde la detención de su cliente, Gross presentó el bote de espray para osos que Tanios compró ese día y que aún no había utilizado. Los abogados de ambos hombres argumentaron que lo trajeron no como parte de un complot planeado para atacar a los oficiales, sino para defenderse en caso de que estallara la violencia, como había sucedido en mítines anteriores de partidarios de Donald Trump en Washington.
«Sus únicos planes eran asistir a este mitin», dijo Gross. «No era ir a un disturbio. Era ir a apoyar a su presidente».
Aun así, Khater fue grabado en vídeo rociando algo que provocó una reacción física de Sicknick y otros agentes. Aunque admiten que se equivocaron con el spray para osos, los fiscales sostienen que es más probable que se trate de un spray de pimienta.
Y, con independencia de que Khater y Tanios utilizaran o no espray para osos, dijo el fiscal adjunto Gilead I Light, el hecho de que se detuvieran para abastecerse de agentes químicos sugiere que su papel en la violencia fue premeditado.
«¿Por qué compran spray para osos para ir a una ciudad?», preguntó en el tribunal la semana pasada. «Es un hecho incuestionable que no hay osos en el centro de DC. … Realmente sólo hay una explicación del porqué: que entendían lo que iba a ocurrir el 6 de enero y estaban preparados para usarlo.»
El juez de distrito de EE.UU. Thomas F. Hogan se inclinó por estar de acuerdo. Tras revisar las grabaciones de las cámaras corporales de los tres agentes heridos y los vídeos difundidos en las redes sociales, llegó a la conclusión de que ambos hombres siguen representando un peligro para la comunidad.
Las imágenes reproducidas para el tribunal mostraban a Khater acercándose a Tanios en medio del caos que se desató en el lado oeste del Capitolio. «Dame ese oso», se le oye decir, a lo que Tanios responde: «Espera. Todavía no, todavía no, aún es pronto».
«Las pruebas cuando las miras sugieren que los acusados tenían un plan», dijo Hogan el martes. «Lo hablaron al pie del Capitolio, vieron lo que estaba pasando y tenían un plan para usar esos dispositivos como armas. … Teníamos la preparación y la ejecución de un asalto violento».
Más de 140 agentes han informado de las lesiones causadas por la turba de alborotadores que atacaron el Capitolio ese día, en algunos casos armados con bates, palos de hockey y mazos. Sicknick es el único que murió en las horas posteriores.
Veterano de la Policía del Capitolio desde hace 13 años y criado en South River (Nueva Jersey), se desplomó justo después de que el Capitolio fuera desalojado. Y aunque los investigadores dijeron inicialmente que estaban llevando a cabo una investigación de asesinato, el reciente hallazgo del médico forense de que Sicknick sufrió dos derrames cerebrales y murió por causas naturales -y no por exposición a un irritante químico como se sospechaba inicialmente- ha complicado esos esfuerzos.
Khater y Tanios están acusados de cargos que incluyen conspiración, agresión a agentes de policía, desorden civil y obstrucción al Congreso, el más grave de los cuales podría llevarles a prisión hasta 20 años.
By Jeremy Roebuck, The Philadelphia Inquirer