(EP) – El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha dicho que su Gobierno «respetará» el dictamen de la Justicia británica sobre la extradición a Estados Unidos del fundador de Wikileaks, Julian Assange, e incluso se ha ofrecido a dar «todas las facilidades que correspondan».
Lasso, al igual que hiciese su predecesor, Lenin Moreno, ha desvinculado a Quito por completo de un caso en el que el país sudamericano entró de lleno en 2012, cuando permitió a Assange entrar en la Embajada ecuatoriana de Londres para evitar ser detenido. Pasó casi siete años en esta legación.
«Fue un tema político muy polémico donde el Gobierno de (Rafael) Correa forzó las leyes ecuatorianas para dar protección a un ‘hacker’, un pirata de los sistemas digitales», ha dicho Lasso, en una entrevista divulgada por su propio gabinete.
Ahora, «estaremos al lado de la ley y el orden y jamás protegeremos actos delincuenciales», ha añadido el actual mandatario, algo más de una semana después de que el Tribunal Supremo británico desestimase el último recurso de los abogados de Assange y diese luz verde a la extradición a Estados Unidos, donde se le acusa de espionaje.
