La Habana, 22 abr (dpa) – La histórica sucesión presidencial que se ha vivido esta semana en Cuba trajo también la aparición en público de la primera y única primera dama oficial en casi 60 años de Revolución.
Este sábado, durante la recepción que ofreció el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, al mandatario venezolano Nicolás Maduro, los cubanos pudieron conocer oficialmente a Lis Cuesta, su primera dama.
Vestida con un sobrio traje azul de pantalón y chaqueta cruzada, Cuesta se encontraba en primera posición en la fila protolocaria de políticos cubanos, por delante incluso del propio canciller Bruno Rodríguez.
La figura de la primera dama es tan novedosa que incluso una funcionaria de protocolo tuvo que pedirle a Cuesta que pasara del discreto final de la fila donde se encontraba en un primer momento a encabezarla, ante su propia sorpresa.
Durante más de cinco décadas, los dirigentes cubanos mantuvieron con gran celo su vida privada y la isla no tuvo nunca oficialmente una primera dama.
Fue una vez retirado del poder Fidel Castro que se empezó a ver alguna imagen de su esposa y madre de cinco de sus hijos, Dalia Soto, acompañándolo en el salón de su casa particular cuando el ex mandatario recibía a alguna personalidad internacional.
Sí fue más conocida Vilma Espín, la esposa de Raúl Castro, que también participó en la lucha guerrillera contra la dictadura de Fulgencio Batista y luego presidió la oficialista Federación de Mujeres Cubanas, pero cuando Raúl Castro alcanzó la presidencia ya era viudo.
Poco se conoce de la vida de Lis Cuesta. Tan solo que tiene 47 años, se licenció en Pedagogía y es directora del departamento de Servicios Académicos de la Agencia Paradiso del Ministerio de Cultura, que se ocupa de organizar viajes académicos y culturales.
Cuesta y Díaz-Canel se conocieron cuando él era Primer Secretario en la oriental provincia de Holguín de 2003 a 2009 y ella ejercía de directora provincial del Instituto del Libro.
Las primeras imágenes de Cuesta y Díaz-Canel juntos en actos oficiales se pudieron ver en los viajes internacionales, cuando el ahora mandatario ejercía de vicepresidente primero.
En 2015, ambos posaron con Kim Jong-un y su esposa Ri Sol Ju durante una visita oficial que realizaron a Corea del Norte, pero esas imágenes apenas tuvieron difusión en los medios estatales cubanos.
En otras ocasiones que aparecían juntos tampoco se aclaraba quién era ella, ni siquiera cuando el pasado 11 de marzo lo acompañó al colegio electoral a votar y el acto incluso se difundió en directo por la televisión nacional.
Pero este sábado se rompió el secretismo para los espectadores cubanos cuando una locutora de la televisión estatal citó la presencia de la primera dama de Cuba.
Una vez que ya se ha dado a conocer públicamente de manera oficial, la duda ahora es si tendrá alguna función institucional como sucede en la región con otras primeras damas.
Por Guillermo Nova (dpa)