(dpa) – Las chinchillas son unos animales muy populares debido a su carácter juguetón y sociable. Pero resulta que de día son más bien perezosos y se vuelven activos solo cuando la jornada está llegando a su fin, según fuentes de la asociación alemana de empresas de suministros para mascotas (IVH, por sus siglas en alemán).
Los expertos advierten que estos pequeños animales, de apariencia dulce, con sus ojos pequeños, sus orejas grandes y suavemente peludos no deben ser molestados durante el día: no deben ser despertados, ni sacados de su lugar de reposo ni acariciados.
A pesar de su apariencia cariñosa, estos animales no encajan muy bien el exceso de cariño por parte de los humanos: se estresan rápidamente y pueden llegan a enfermar.
Estas circunstancias hacen que las chinchillas se encuentren entre los animales menos adecuados para convertirse en mascota de familias con niños. En cambio, para trabajadores que están fuera de casa durante el día, se convierten en compañeros ideales.
Las chinchillas son animales nocturnos que, en estado salvaje, viven en comunidades de hasta 100 individuos. Por lo tanto, deberían vivir en grupo. La IVH aconseja mantener un grupo con un macho castrado y varias hembras. Dos hermanos o dos hembras también se llevan bien entre ellos. En cambio, dos machos solo sintonizan si no hay ninguna hembra a la vista.
Para que un par de chinchillas se sientan cómodas, su recinto debe tener una superficie mínima de cinco metros cuadrados, preferiblemente de varios pisos. Cada animal también necesita su propia casa para dormir y pequeños escondites. Hierbas y brotes verdes son idóneos como alimento completo. Las ramas de peral o avellana son ideales para para que mantengan sus dientes convenientemente afilados.
Por Claudia Wittke-Gaida (dpa)
Foto: Inga Kjer/dpa-tmn