(dpa) – Los propietarios de pájaros domésticos deben proporcionar buena ventilación a sus mascotas, especialmente durante el invierno, ya que la calefacción reseca el aire en el interior de las viviendas, según explica la revista «Wellensittich und Papageien» (Periquitos y loros) en su número de enero de 2020.
La mayoría de las especies de aves que se convierten en mascotas provienen de regiones tropicales, donde la humedad ambiente no baja del 70 por ciento.
Por este motivo, en las habitaciones en las que se ubiquen las jaulas con los pájaros, la humedad debería alcanzar como mínimo el 60 por ciento, un objetivo que se puede conseguir con humidificadores de aire.
La ventilación regular de la vivienda también es importante, ya que de no hacerlo la cantidad de dióxido de carbono acumulada en el aire es demasiado alta y las aves se exponen a un ambiente viciado.
Sin embargo, las corrientes de aire también perjudican a los pájaros. Las jaulas o pajareras no deben situarse junto a la ventana, pero pueden ser cubiertas con un paño mientras se ventila la vivienda o habitación. Así, las aves están protegidas de las bajadas excesivas de temperatura.
Una luminosidad exagerada también es perjudicial para los pájaros. Su reloj interno está acostumbrado a doce horas diarias de luz solar. Sin embargo, la luz artificial puede alargar hasta 14 horas o más la luz diurna en invierno.
El resultado del exceso de luz es un desequilibrio hormonal, que provoca que algunos pájaros se muestren agresivos o nerviosos. Por este motivo, los propietarios de aves deben apagar la luz por la noche si quieren velar por el bienestar de sus mascotas.
Otra precaución que hay que tener, si los pájaros vuelan libremente por la casa, es evitar encender velas para crear ambientes acogedores, ya que los pájaros pueden quemarse fácilmente si se acercan a la llama.