Tras haberse destacado más en los últimos años por su mediático matrimonio con Khloé Kardashian que por sus triunfos en el mundo del baloncesto, Lamar Odom quiere volver a ser conocido en la opinión pública por la carrera deportiva que inicialmente le catapultó a la fama, al tiempo que quiere demostrar que las especulaciones sobre la recaída en sus adicciones es tan falsa como la idea de que ya es demasiado mayor para recuperar su título de estrella de la NBA.
Como asegura el portal TMZ, el controvertido Lamar se dispone a volar este jueves desde Los Ángeles hasta Nueva York para reunirse con varios ejecutivos de la liga de baloncesto norteamericana y dejar claro que su vínculo con el alcohol y la cocaína es un problema ya enterrado en el pasado. Aunque en las dos últimas semanas se ha especulado notablemente con la posibilidad de que Lamar haya vuelto a coquetear con estas dos sustancias, el mismo medio asegura que el martes pasado se sometió a varios análisis -un requisito fundamental para volver a ingresar en el deporte profesional- que certificaron la ausencia de este tipo de elementos en su organismo.
Según indica un allegado al marido de la televisiva Khloé Kardashian -quien habría expulsado al alero del hogar familiar al no haber logrado convencerle de que ingresara en rehabilitación- Lamar Odom está dispuesto a reemprender su trayectoria como baloncestista profesional, entre otras razones, para escapar de Los Ángeles, de la presión de los paparazzi que le persiguen constantemente y, sobre todo, de la «energía negativa» que en su opinión irradia la ciudad californiana.
Se desconoce si la estrella del baloncesto logrará volver a los niveles de rendimiento deportivo que le convirtieron en todo un ídolo durante su etapa en equipos como Los Angeles Clippers, Miami Heat o Los Angeles Lakers, pero está claro que Lamar se está esforzando por desterrar de su vida las adicciones y excesos que provocaron su declive profesional y, al mismo tiempo, su creciente popularidad como personaje mediático.
