Seguro que alguna vez una inflamación acompañada de dolor ha causado alguna incomodidad en las tareas diarias que se deben realizar. Un incómodo dolor de codo, de rodilla o de muñeca son algunos de los síntomas de que se puede estar padeciendo una tendinitis.
Esta dolencia, aunque no es grave, puede llegar a ser incómoda y de no ser tratada a tiempo podría necesitar una intervención quirúrgica. Para conocer un poco más sobre la tendinitis, lo mejor es seguir con la lectura de este artículo que ofrecerá información relevante.
¿Qué es la tendinitis?
Este padecimiento se refiere a la inflamación, hinchazón o irritación de algún tendón, que puede causar molestias o dolor en las áreas cercanas a la articulación. Una tendinitis puede ser causada por varias razones. Si se busca más información en la web, se puede encontrar incluso que una de las causas es la postura incorrecta en ciertas acciones que se realizan frecuentemente.
Pero ¿qué son los tendones? Son unas cuerdas fibrosas, muy resistentes y al mismo tiempo flexibles. El cuerpo humano cuenta con aproximadamente 4.000 tendones y gracias a ellos los músculos permanecen unidos a los huesos o en algunos casos a otras estructuras, por ejemplo, el globo ocular. Los tendones son los que ayudan a que las articulaciones se puedan mover, es decir girar el hombro, doblar la rodilla o la muñeca.
La tendinitis en la mayoría de los casos suele presentarse en el hombro, el codo, la rodilla, la muñeca, y causa inflamación y sensibilidad justo fuera de las articulaciones. Sin embargo, también puede aparecer en las manos, los tobillos, la cadera y el talón.
Es posible que, con una atención médica inmediata, reposo, un tratamiento farmacológico e incluso terapias se pueda lograr una gran mejora. Aunque en caso contrario, de llegar a ser molesta y se llegue a la rotura de un tendón, es posible que se deba realizar una cirugía.
¿Qué causa una tendinitis?
Una de las principales causas es la sobrecarga muscular por una lesión provocada por una mala postura, aunque algunos expertos aseguran que puede ser también como consecuencia del desarrollo de otro tipo de patología o bien por la edad. En este último caso es debido a que, con la edad, la elasticidad de los tendones va disminuyendo.
Algunas de las causas más habituales pueden ser:
-Movimientos repetitivos por un tiempo largo ya sea por deporte, trabajo u ocio.
-Lesiones que se sufren por práctica de algún deporte o por un accidente laboral.
-Mantener por largos períodos una postura incorrecta.
-El uso excesivo de las articulaciones por sobrecarga muscular.
-Como consecuencia de la edad, los tendones pierden elasticidad o se degeneran.
-Patologías como gota, artritis reumatoide, psoriasis, diabetes tipo 1 o 2, o enfermedades relacionadas a la glándula tiroides.
-Piernas con distinto tamaño.
-Reacción a algún fármaco.
Síntomas de la tendinitis
Existen distintos tipos de tendinitis. Por esta razón, cada uno de ellos tiene una sintomatología totalmente distinta, sin embargo, en líneas generales son iguales.
Las primeras manifestaciones que se suelen presentar son:
-Sensibilidad y dolor cuando se realiza movimiento del tendón. Suelen ser mucho más agudos en las zonas que están alrededor de las articulaciones.
-Fuerte dolor, sobre todo en las noches, cuando el músculo comienza a enfriarse por el reposo.
-Si hay algún tipo de exigencia por la práctica de un deporte u otro tipo de actividad al músculo, el dolor es mayor.
Como toda patología, la tendinitis tiene varias fases, si el padecimiento está en la fase 1, solo causa molestia posterior a una actividad física. Si está en la segunda fase, suele doler incluso durante la actividad física, pero si se está en la fase 3, el dolor durante la actividad suele ser mayor a una simple molestia y finalmente en la última fase, el dolor e hinchazón son de tal magnitud que obliga de dejar de hacer cualquier actividad física que implique el movimiento de la articulación.
Consejos para prevenir la tendinitis
En ocasiones los trabajos, oficios o la pasión por algún deporte hacen que se olvide que el cuerpo debe ser cuidado y respetado en todo momento. De lo contrario tarde o temprano puede pasar factura por los excesos. Por esa razón, lo mejor es prevenir antes de lamentar.
A continuación si citarán algunos consejos para evitar padecer de tendinitis:
No abusar
Aunque hacer ejercicios es más beneficioso que dañino, es importante que no se llegue al exceso. Es preferible la combinación de diferentes tipos de disciplinas, las cuales no hagan que se sobrecargue la misma articulación por tiempo prolongado.
Mejorar la técnica
Siempre se debe solicitar asesoramiento profesional para la realización de cualquier ejercicio que implique el uso constante de algún músculo, y se tratará de realizar la menor cantidad de movimientos repetitivos de los tendones.
Cuidar los codos
La tendinitis es muy común en los codos, por eso se deben evitar los golpes fuertes en esta zona, así como el uso excesivo de esta parte del cuerpo.
Tomar descansos
Si la actividad que se realiza exige estar en determinada posición por prolongado tiempo, como estar sentado escribiendo o con actividades manuales, se recomienda tomar un descanso cada cierto tiempo.
Escuchar el cuerpo
Si hay alguien que sabe qué sucede en el cuerpo, es él mismo. Por eso, al notar un dolor en alguna articulación, lo mejor es suspender la actividad que se está realizando, descansar y si el dolor persiste, consultar a un especialista.