(dpa) – ¿Le aprieta el calzado durante la jornada? Entonces probablemente se lo haya comprado en el momento equivocado del día. Porque lo ideal es comprar zapatos por la tarde, y no por la mañana.
Es que los pies se modifican en el transcurso del día: se alargan y, sobre todo, se ensanchan, según explica una organización para la defensa de la salud en Alemamia.
Esto que prácticamente no puede evitarse influye, por supuesto, negativamente en la comodidad a la hora de usar los zapatos, pero no solo eso: también puede provocar, a largo plazo, dolores de espalda, por ejemplo.
Un buen zapato es aquel que favorece la pisada natural del pie y se encuentra acolchado en las zonas que enfrentan una mayor exigencia, como el talón. La suela debe ser flexible, es decir, no debe ser de material duro.
Quien deba usar plantillas a causa de anomalías u otras lesiones del pie, es mejor que las lleve cuando vaya a comprar nuevo calzado. Y se aconseja en esos casos solo comprar zapatos que tengan una plantilla extraíble para poder sustituirla por la plantilla médica.