Managua, 20 may (dpa) – Representantes de la sociedad civil de Nicaragua ante el diálogo nacional anunciaron hoy que retomarán el lunes las conversaciones, pese al ataque armado a una universidad en la noche del sábado, que consideran una ruptura a la tregua acordada con el Gobierno.
«Vamos a asistir al diálogo para retomar el mandato que hemos recibido del pueblo: que se vaya (el presidente) Daniel Ortega», declaró a dpa Azahálea Solís, abogada constitucionalista y delegada por la sociedad civil en las conversaciones.
La mesa del diálogo es «una mesa de salida para Daniel Ortega, (donde) lo único que estamos demandando su rendición, y él lo sabe», reiteró. A las negociaciones que arrancaron la semana pasada asisten también delegados del Gobierno, del sector privado y de los estudiantes que protestan desde abril pasado.
Pese a que el viernes último se pactó una tregua de 48 horas, hombres armados atacaron a tiros la Universidad Nacional Agraria (UNA) de Managua la noche del sábado y cuatro estudiantes fueron heridos. Se ignora si los atacantes eran policías o paramilitares.
En el acuerdo de tregua, el Gobierno se comprometió a retirar a la Policía a sus cuarteles y a no utilizar «fuerzas de choque» (paramilitares) que han atacado numerosas manifestaciones pacíficas y protestas estudiantiles durante el último mes.
«Si Ortega fue quien dio la orden de atacar la UNA, significa que tenemos un presidente que se compromete a no reprimir e incumple su palabra; y si no fue él, entonces la Policía y las fuerzas de choque le están desobedeciendo y estamos en anarquía», afirmó.
Solís destacó que al pactar la tregua «el Gobierno reconoció que maneja fuerzas irregulares y que la Policía ejerce represión sobre manifestaciones cívicas, pese al derecho constitucional de libre movilización». «En ambos casos Ortega está violando la Constitución Política y se coloca al margen de la ley», subrayó.
Por su parte, la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, dudó que grupos vandálicos fuera del control policial hayan atacado la universidad el sábado. «En Nicaragua no se mueve una hoja sin una orden de Ortega», señaló.
Núñez dijo que para evitar una confrontación mayor no se debe abandonar el diálogo, que se realiza con mediación de la Iglesia católica. Al respecto, la jurista demandó una «posición más fuerte» de los cinco obispos católicos en la negociación.
«Debemos poner todas las expectativas necesarias en el diálogo, pero sin bajar la guardia: los obispos deben ejercer más fuerza y la gente debe seguir manteniendo presión en las calles», afirmó la jurista consultada por dpa.
La crisis comenzó el 17 de abril con una protesta estudiantil por una reforma al Seguro Social, que aumentaba las cuotas de empresas y trabajadores, y se profundizó tras la violenta acción de policías y paramilitares contra los civiles.
El Gobierno de Nicaragua solo reconoce 18 fallecidos durante la crisis, pero organismos de derechos humanos independientes reportan 66 muertos y más de 540 heridos, 200 de ellos por armas de fuego de la Policía y grupos paramilitares.
Mientras, manifestantes antigubernamentales tomaron nuevamente este domingo las calles de Managua en una «resistencia pacífica» para exigir, según dijeron, el cese de la represión, justicia y la salida del presidente del poder.
Los universitarios convocaron a manifestaciones pacíficas en todo el país, mientras cientos de jóvenes siguen atrincherados en la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI), en el sector oriental de la capital, la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), en la zona sur, y la UNA, en la Carretera Panamericana Norte.
«Queremos un cambio real con resistencia civil. No vamos a ceder, no vamos a desistir, queremos que se vayan Daniel Ortega y Rosario Murillo», declaró una joven a la televisión local.
«Justicia, justicia por los jóvenes asesinados», clamaba una mujer de unos 50 años en referencia a las víctimas de la violencia. «“No más muerte, no más represión. La lucha cívica para derrocar a este gobierno», rezaba un cartel.
La marcha recorrió varias avenidas y se concentró en la rotonda de Metrocentro, en el centro de la ciudad y, a metros del hotel donde se aloja una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de visita en Nicaragua.
La CIDH culminó este domingo una intensa visita de trabajo de cuatro días, en la que recabó testimonios de víctimas de violaciones a los derechos humanos. Hoy desplegó cuatro equipos para visitar unidades de salud y centros de detención, y el lunes brindará una conferencia de prensa antes de dejar el país
Por Gabriela Selser y Sonia González (dpa)