Nuestra vivienda, el inmueble que habitamos y llamamos hogar, debe tener una serie de características para que nos aporte el confort que todos deseamos, el necesario para conseguir la desconexión con el mundo exterior y sus problemas. Entre estas características fundamentales, debemos incluir todas aquellas que sirvan para incrementar la sensación de seguridad, en todos los sentidos, pues el descanso y la paz que debe ofrecer nuestro rincón en el mundo se desvanecerá si tenemos la más mínima impresión de que algo malo pudiera ocurrirnos en cualquier momento.
La principal es, como cabe suponer, evitar cualquier tipo de robo por parte de posibles ladrones. El aumento de casos de asaltos a viviendas ha venido incrementándose exponencialmente desde hace ya una década, más de un 70 %, coincidiendo en fecha con esta eterna crisis económica que padecemos.
Afortunadamente, podemos contar con el asesoramiento y la capacidad resolutiva de un gremio que se presenta como el principal adalid de la seguridad en los hogares y negocios, los cerrajeros, cuyo ejemplo referente de todo el litoral valenciano son los cerrajeros torrente, no solo por su habilidad para abrir todo tipo de cerraduras (puertas de la vivienda, persianas metálicas, vehículos o cajas fuertes), sino por la efectividad de su servicio de cerrajero urgente en Torrente, el cual asegura que un profesional altamente cualificado se personará en el lugar de la urgencia en un tiempo máximo de 20 minutos desde que se recibe el aviso.
Además, estamos ante un equipo que está siempre a disposición de sus clientes, pues el cerrajero torrente 24 horas está activo las 24 horas del día, los 365 días del año, puesto que son conscientes de que no podemos habitar una casa con una cerradura rota o forzada, que no podemos permanecer demasiado tiempo, sea el día y la hora que sea, fuera de nuestra casa por un olvido o una pérdida de llaves. Del mismo modo, es fundamental que podamos entrar en nuestro negocio, ya que cada minuto que no esté abierto al público es dinero que estamos perdiendo.
Otros aspectos a tener en cuenta para aumentar la seguridad en nuestros hogares
Una vez que tenemos asegurada la entrada y las ventanas con el asesoramiento de los profesionales de la cerrajería mencionados en el punto anterior, es momento de señalar otros aspectos de una vivienda que deben ser controlados con frecuencia, revisados y arreglados en cuanto tengamos algún tipo de duda sobre si están funcionando bien o hay algo que falla.
Nos estamos refiriendo a los suministros básicos, como la electricidad, el agua o el gas, que si bien sin ellos no podremos llevar una buena calidad de vida, también pueden ser causantes de problemas más o menos graves.
En cualquiera de los tres casos deberemos recurrir a los profesionales de cada sector para que realicen revisiones periódicas de las instalaciones para evitar accidentes. En el caso de la electricidad, podemos contar con gente tan profesional y capacitada como los electricistas Leganes que vamos a poder encontrar tras este enlace. Ellos sabrán localizar y arreglar problemas como las derivaciones eléctricas, que pueden provocar electrocuciones e incendios, uno de los riesgos más peligrosos que se corren dentro del hogar por culpa de una mala o antigua instalación eléctrica.
En cuanto a la fontanería, si percibimos malos olores o un sabor extraño en el agua y creemos que pueda sentarnos mal su consumo, o si contamos con una pérdida de agua que produzca humedades y con ello la proliferación de alguna plaga, atascos y otros problemas relacionados con este servicio, deberemos llamar a los fontaneros para evitar que nuestra salud se vea perjudicada.
Por último, en relación a las instalaciones de gas, deberemos ser especialmente precavidos y estar atentos a las fugas de gases. El olor a gas delatará este terrible problema que puede ser causa de una explosión o una intoxicación por inhalación de gases, pudiendo causar una isquemia o un infarto de miocardio.
La seguridad desde el principio. La cédula de habitabilidad.
La seguridad en el hogar debe estar asegurada por los organismos oficiales, ellos deben de proporcionar los elementos imprescindibles para que los inquilinos estemos plenamente convencidos de que el lugar que habitamos cuenta con los requisitos mínimos de habitabilidad, como es un certificado de habitabilidad o licencia de ocupación.
Para hacer este trabajo, si vivimos en Valencia, necesitaremos una cedula habitabilidad valencia que acredite que la vivienda que vamos a habitar cumple con todos los requisitos de habitabilidad, salubridad y solidez que están fijados por Decreto, por lo que es apta para que las personas puedan residir en ellas. Este trabajo debe ser realizado por una consultoría de confianza como bt2 asociados, la oficina a la que redirige el enlace sugerido en este párrafo.
Esta cédula es imprescindible para comprar o alquilar una vivienda, así como para dar de alta un suministro y es el primer aval que recibe un inquilino sobre la seguridad de la que va a disfrutar en el inmueble, teniendo una durabilidad de 15 años.
Esta acreditación regulará la superficie útil mínima, pero también los espacios con los que cuenta el inmueble, así como el equipamiento mínimo que debe poseer (agua caliente, instalación de luz, cocina, inodoro, baño…)
Es dependiente de la ley 18/2007 y es un documento que debe estar vigente, como hemos comentado, para dar de alta a servicios como la luz, el agua y el gas, o para firmar un contrato de alquiler o firmar ante notario la compra venta del inmueble. Si no se posee o está caducado, será un arquitecto técnico en Valencia la persona a la que solicitaremos este Certificado de Habitabilidad, que deberá estar visado por su colegio. El arquitecto, por su parte, deberá realizar una inspección visual y comprobar in situ si se cumple con la normativa actual.
En relación a los precios que nos pueden cobrar por realizar este trámite, decir que dependerá básicamente de la Comunidad Autónoma donde se realice. La tasa suele rondar los 50 euros, en cuanto al coste del arquitecto, para una vivienda de unos 80 a 180 m2, el precio puede variar desde unos 180 euros hasta cerca de los 700, obteniendo una media ponderada de alrededor de los 400 euros.
Especificando un poco más, podemos encontrarnos con que una licencia de primera ocupación puede alcanzar el coste de 2.000 euros, mientras que una renovación solo 135 euros, si es para un piso 95 euros, si es para una vivienda unifamiliar 120 euros, un local comercial 150 euros y para una buhardilla 95 euros, aproximadamente.