PARÍS (dpa) – ¡Qué vivan los deportivos! Este parece ser el lema que se ha impuesto este año Nissan, cuyo stand en el Salón del Automóvil de París (hasta el 19 de octubre) aparece dominado de derivados de su firma deportiva Nismo, que celebra su trigésimo aniversario.
Mientras que la fecha está detrás de la gran proporción de modelos tuneados en el stand de Nissan, los deportivos también se imponen en otras marcas, que presentan modelos más potentes basados en sus vehículos producidos en serie.
«Deportividad y dinamismo dan imagen y los fabricantes necesitan modelos que simbolicen eso», dice el experto en la industria automotriz Stefan Bratzel. Uno de los motivos por los que las marcas refuerzan su paleta de vehículos potentes es la estrategia de plataforma de construcción por módulos.
«Gracias a los módulos se pueden desarrollar modelos con menos piezas y menor esfuerzo», explica Bratzel. Mientras que el desarrollo completamente desde cero de un modelo se eleva pronto a los 1.000 millones de dólares, un derivado se puede conseguir por 100 o 200 millones, asegura Bratzel.
En el stand de Nissan en París pudo verse por ejemplo el renovado 370Z Nismo, que continúa con un motor de 3,7 litros y 344 caballos, y el ya conocido GT-R Nismo (600 caballos).
Todavía está por verse si se produce en serie el Pulsar Nismo Concept también visto en París.
El Peugeot 308 GT con 205 caballos y motor turbo de 1,6 litros está llamado a agitar el segmento de deportivos compactos que domina el Volkswagen Golf GTI de 220 caballos. El nuevo Peugeot consume de media 5,6 litros. La variante diesel se mueve en los niveles del Golf GTD de 184 caballos. El motor turbo de 2,0 litros del Peugeot 308 alcanza los 180 caballos con un consumo de cuatro litros a los 100 kilómetros.
«Eficiencia y deportividad ya no se contradicen», dice el portavoz de Peugeot, Ulrich Bethscheider-Kieser, que señala sin embargo que los derivados de un modelo se construyen sobre todo por una cuestión de imagen para llamar la atención sobre una serie.
En la misma liga juega el Ford Focus ST, que a partir de 2015 estará disponible por primera vez con motor diesel. El motor de 2,0 litros alcanza los 185 caballos y consume 4,2 litros. Como la variante de gasolina con 250 caballos, el modelo tiene todas las novedades de la serie renovada recientemente, entre las que destaca el nuevo cockpit.
De momento, el Honda Civic Type R Concept es sólo un vehículo de exhibición, pero se espera que salga al mercado a mitad del próximo año con más de 280 caballos y grandes alerones en la parte trasera. Cuenta con un motor turbo de 2,0 litros.
El Volkswagen Polo GTI también se estrenó en París. Bajó el capó del pequeño modelo hay un motor de cuatro cilindros y 1,8 litros que alcanza los 192 caballos y que hace que el vehículo acelere de cero a 100 km/h en 6,7 segundos con una velocidad máxima de 236 km/h.
Un rival del Polo GTI es el Peugeot 208 GTi, del que la firma fracesa construirá una edición limitada que recuerda los 30 años del estreno del 205 GTI. El modelo con elementos de diseño en negro mate y con una pintura bicolor -si se desea- alcanzará los 208 caballos con un propulsor de gasolina de 1,6 litros. Acelera de cero a 100 km/h en 6,5 segundos.
Opel renueva el diminuto Adam con el Adam S, que llega con suspensión deportiva, motor de 1,4 litros y 150 caballos y una aceleración de 8,5 segundos para una velocidad máxima de 200 km/h.
Mientras algunos fabricantes sólo sondean el diseño deportivo, como Mitsubishi con el estudio Outlander PHEV Concept S, o lo asumen, como Infiniti con el QX70S, otros apuestan directamente por la potencia. Es el caso, por ejemplo, de Lexus con el nuevo modelo RC F presentado en París, el sportcoupé V8 más potente de la marca. El motor tiene 5,0 litros y una potencia de 477 caballos. La letra F hace referencia al circuito japonés de Fuji y es el distintivo de los modelos más deportivos de la marca.
Mercedes estrena el nuevo AMG C 63, que puede ir motorizado con un propulsor de hasta 510 caballos, y el superdeportivo AMG GT, nuevo rival del Porsche 911 no sólo por similitudes en el diseño, sino por el motor V8 biturbo de 4,0 litros que según Mercedes alcanza 510 caballos, acelera de cero a 100 km/h en 3,8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 310 km/h.
También la marca de lujo Bentley quiere demostrar que la deportividad puede ser también una virtud: la marca británica mostró en París su buque insignia, el Mulsanne, en su variante Speed y describe el modelo como «el vehículo de lujo más rápido del mundo». Cuenta con un motor V8 de 6,75 litros y doble turbo para 537 caballos, una aceleración de 4,9 segundos y una velocidad máxima de 305 km/h.
El director de Bentley, Wolfgang Dürheimer, afirma sobre el modelo: «Los compromisos no forman parte del estilo de vida de nuestros clientes». Pero la función del motor contradice esa afirmación, ya que cuando no se le exija tanto al modelo, puede desconectar cuatro cilindros y trabajar en modo V4, mucho más eficiente.
Por Stefan Weissenborn
