Ginebra, 5 oct (dpa) – En el marco de la Convención de Control del Tabaco que se celebra esta semana en Ginebra, la Organización Mundial de la Salud (OMS) criticó que la industria del tabaco intente que fumar vuelva a ser bien visto socialmente a través de alternativas a los cigarrillos tradicionales.
Vera Luiza da Costa e Silva, jefa de la Secretaría del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, pidió que se prohíban o se regulen estrictamente los cigarrillos electrónicos y los calentadores de tabaco.
La industria del tabaco quiere comercializar como alternativas más sanas para los fumadores cigarrillos electrónicos que vaporicen nicotina líquida o aparatos que calienten tabaco en lugar de quemarlo produciendo así menos sustancias nocivas.
«Con ello quieren lograr que un producto que no tiene ninguna utilidad para la humanidad vuelva a ser aceptado socialmente», dijo a dpa Costa e Silva. Los Gobiernos deberían excluir también estos aparatos de las zonas en las que está prohibido fumar y proteger a los jóvenes de la publicidad, añadió.
Según ella, el argumento de la industria tabaquera de que sólo se dirige a los fumadores es inconsistente. «No existe el marketing sólo para fumadores. No se puede evitar que la publicidad llegue también a los niños y jóvenes», señaló Costa e Silva, que no resta importancia al hecho de que la industria tabaquera venda los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar.
«¿Entonces por qué se elaboran con sabores atractivos como mango o tuttifrutti? Algo así siempre va dirigido a los niños y jóvenes», denunció. Según Costa e Silva, el objetivo es que estos se vuelvan dependientes de la nicotina con los nuevos aparatos y cuando se les acabe el dinero, suplan su necesidad con cigarrillos tradicionales.
La Convención de Control del Tabaco entró en vigor en 2005 y está suscrita por 181 países, aunque entre ellos no están naciones como Estados Unidos, Argentina, Indonesia o Suiza. Según la OMS, cada año mueren siete millones de personas por el consumo de tabaco.