Washington, 18 jul (dpa) – Justo el día en el que se cumplieron tres meses de protestas en Nicaragua, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó hoy una resolución que insta al Gobierno de Daniel Ortega a «que apoye un calendario electoral», una fórmula para pedir comicios anticipados como salida a la peor crisis en décadas en el país centroamericano.
La resolución, patrocinada por un grupo de nueve países liderados por Estados Unidos, fue aprobada por 21 votos -tres más de los necesarios- en un consejo permanente extraordinario en Washington cuando los muertos en Nicaragua superan ya los 300.
Es la primera resolución de la OEA en esta crisis. Condena la violencia y exige «el desmantelamiento de los grupos parapoliciales», acusados junto a la policía por la oposición de ataques contra los manifestantes y de represión del pueblo.
Al rechazo nicaragüense al texto se unieron Venezuela y San Vicente y las Granadinas. Siete países se abstuvieron y tres estuvieron ausentes, entre ellos Bolivia, aliada de Managua, que se fue por desacuerdos con la presidencia en la tramitación de unas enmiendas a la resolución, que finalmente retiró, las cuales pretendían eliminar el llamado a comicios anticipados.
La resolución exhorta al Gobierno de Ortega a «que apoye un calendario electoral acordado conjuntamente en el contexto del proceso de Diálogo Nacional». En ese diálogo, ahora suspendido, la opositora Alianza Cívica pidió elecciones anticipadas y la Iglesia católica, que actúa como mediadora, aceptó la petición.
Propuso entonces al presidente nicaragüense el 31 de marzo de 2019 para anticipar los comicios previstos inicialmente para 2021. El 7 de julio, Ortega rechazó las elecciones anticipadas.
Su canciller, Denis Moncada, censuró tanto la resolución como los comicios que pide. «La desconocemos», dijo en el consejo permanente. En Nicaragua hay «un golpe de Estado» y una «ruptura del orden constitucional», aseguró, y acusó a Estados Unidos de «injerencia». «Nicaragua ya pasó en la década de los 80 por esto. Parece que estamos volviendo a la época de golpes blandos», dijo.
Una propuesta de resolución presentada por Nicaragua en el último momento para instar a la comunidad internacional «a respetar la autodeterminación del Estado de Nicaragua para restablecer la paz y la seguridad sin injerencias de ningún tipo» fue rechazada por 20 votos en contra, tres a favor y ocho abstenciones.
El consejo permanente extraordinario de hoy -la tercera reunión sobre Nicaragua en una semana en la OEA- se celebró justo el día en el que se cumplieron tres meses de protestas contra Ortega, con un número de muertos que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cifra en 273 y organizaciones de derechos humanos de dentro del país elevan a más de 300.
La reunión tuvo además lugar un día después de una nueva ofensiva de tropas paramilitares y policiales contra la ciudad de Masaya, erigida en símbolo de la resistencia a Ortega a 25 kilómetros de Managua, y la cual desencadenó una amplia condena internacional.
También la hubo al asedio del fin de semana a la Universidad Nacional Autónoma (UNAM), el último bastión de la resistencia estudiantil, por parte de grupos armados leales al mandatario.
La resolución condena «los ataques contra el clero, el hostigamiento a los obispos católicos que participan en el Diálogo Nacional, y los actos de violencia en la UNAN, la sede de Caritas, y otros manifestantes pacíficos».
Reitera «su enérgica condena y su grave preocupación por todos los actos de violencia, represión, violaciones de derechos humanos y abusos, incluyendo aquellos cometidos por la policía, grupos parapoliciales y otros actores contra el pueblo de Nicaragua, según lo documentado por la CIDH».
Esta ha denunciado un deterioro y una profundización de la grave crisis de derechos humanos e instado a la comunidad internacional a exigir a Ortega que ponga fin inmediato a la represión y las violaciones de los derechos humanos.
«Los ojos del mundo están fijados en cómo la OEA responde a la crisis en Nicaragua. Hoy hemos respondido», proclamó el embajador estadounidense ante la OEA, Carlos Trujillo. «Las elecciones anticipadas son el mejor camino» para salir de la crisis, dijo.
El embajador colombiano, Andrés González Díaz, defendió por su parte que «era fundamental este pronunciamento contundente».
«La mayoría de los Estados están de acuerdo con que Nicaragua necesita otro camino», concluyó por su parte la argentina, Paula María Bertol. «No podemos mirar hacia el costado».
La ola de protestas en Nicaragua comenzó el 18 de abril por la aprobación por decreto de una reforma de la seguridad social, luego derogada, pero el malestar con Ortega no es nuevo. La oposición denunció fraude en los comicios municipales de 2008 y en los presidenciales de 2011. De los de 2016, en los que fue reelegido Ortega con el 72,5 por ciento de los votos, fue excluida la principal alianza opositora.
Por Sara Barderas (dpa)